El ICL Manresa, con el factor cancha a favor, hizo valer esa condición en los dos primeros duelos de la final y no dio opciones a los melillenses.
Sin embargo, al trasladarse el escenario de la final a nuestra ciudad, los jugadores de Alejandro Alcoba tiraron de casta y consiguieron equilibrar la balanza en dos excelentes partidos, el último de ellos disputado en el Javier Imbroda Ortiz el pasado domingo.
Hoy se conocerá por fin qué nuevo club se unirá a los grandes de nuestro baloncesto. El Melilla BC ya está en Manresa y deberá afrontar el choque definitivo, el último de esta final al mejor de cinco encuentros, sin complejos y directo a buscar la victoria a domicilio. Hay mucho que ganar y nada que perder.
Igualar una eliminatoria que se iba perdiendo por 2-0 es una proeza que a buen seguro da alas al que la consigue. Y no sólo eso. Ahora son los jugadores del ICL Manresa quienes tienen la presión de ganar este duelo vital. Por dos razones: una, porque son el conjunto que ejerce de local; y dos, porque corren el riesgo de dejar escapar una eliminatoria que tuvieron prácticamente en el bolsillo tras haber ganado sus dos primeros choque.
Para el Melilla BC, en cambio, el reto es seguir soñando. Los de Alcoba llegan al partido definitivo con la moral alta por haber conseguido el más difícil todavía: igualar una eliminatoria en la que estaban más muertos que vivos. Esta noche, en el Nou Congost, lucharán por alcanzar la categoría que se merecen dentro del básquet nacional.
Zoco El Had comentó: hace 3 horas
Endavant nois, visca Melilla, visca Rusadir, sou els millors, i no rendir-mai, els meus millors desitjos d’un de vosaltres en aquesta terra.
Un abrazo para vosotros y para todos que os acompañan y a toda la afición.
Pero serviría de algo si se ganase pues ya tuvo el paso a la ACB y no pudieron debido al pago que tienen que realizar los equipos