Casi cien años después de que el ingeniero Manuel Becerra finalizara las primera obras que servirían de base al actual Puerto de Melilla, se impone nuevamente la necesidad de ampliar nuestro puerto comercial, con vistas a buscar alternativas de futuro a nuestro cada vez más debilitado comercio con el Marruecos cercano y en aras igualmente a buscar nichos de negocio que generen empleo y nuevas fuentes de riqueza. La ampliación del puerto comercial se ha convertido, como decimos, en la piedra angular de esa posible alternativa económica. De todo ello hablamos hoy en nuestro reportaje de ‘En Portada’, al hilo de la presentación ayer en Madrid del libro del director general de la Autoridad Portuaria de Melilla y doctor Ingeniero en Caminos, Canales y Puertos, José Luis Almazán.
La presentación de su estudio sobre un novedoso y completo modelo de gestión de una terminal de contenedores en el sistema portuario español se convirtió en una oportunidad más en aras a lograr adeptos para el proyecto de ampliación del puerto melillense. Como se sabe, una ambiciosa iniciativa que requiere del respaldo político preciso para conseguir la financiación inicial que podría acabar promoviendo la creación de 5.000 puestos de trabajo entre empleos directos e indirectos.
Una visión de futuro que contrasta con la endogamia de una parte de nuestra clase política, demasiado enrocada en el enfrentamiento y el inmovilismo. Con esas nuevas miras hemos traído hasta nuestras páginas lo que sin duda fue ayer mucho más que la presentación de un libro.