El MSC Baloncesto se complica la vida en la LEB

Las continuas desconexiones del conjunto melillense terminaron por decantar la balanza en un duelo de poder a poder en el que ambos conjuntos pudieron salir victoriosos. Los 23 puntos de Brown terminaron por tumbar a un Melilla que entra en alerta roja.

La intensidad mostrada desde los primeros compases del encuentro por parte del Liberbank Oviedo Baloncesto contrastó con un Melilla Sport Capital errático, pobre en el juego interior y falto de ideas. El conjunto de Alejandro Alcoba sufrió en su puesta en escena en Pumarín la asfixiante defensa trampa del Liberbank Oviedo. Fruto de esa desconexión interior, tras el triple inicial de Kamba, llegó un parcial de 14-0 en apenas cuatro minutos y medio de juego, tras varias pérdidas de los visitantes, obligando a Alejandro Alcoba a solicitar el primer tiempo muerto. Pese al mal inicio del Melilla, la reacción no se hizo esperar y, tras el parón, los forasteros comenzaron a enseñar sus armas a base de una buena disciplina de tiro desde más allá de los cinco metros. Dos lanzamientos lejanos convertidos y dos triples, el segundo de ellos con adicional, permitieron al conjunto visitante cerrar la brecha cedida durante los primeros compases hasta los dos puntos con cerca de dos minutos para finalizar el primer cuarto (19-17). La intensidad propuesta por el conjunto local no cesó pese a las rotaciones en el conjunto de Natxo Lezkano, quien con la entrada de Frey logró estabilizar la reacción del Melilla Sport Capital, cerrando el primer cuarto con una ventaja exigua pese a la importante desconexión del colectivo norteafricano (21-17).

El inicio del segundo cuarto no alteró el guión de lo acontecido hasta entonces. El Melilla Baloncesto continuó en su particular penitencia en la pintura durante una primera mitad en la que el planteamiento del bando anfitrión, con dos pívots puros en casi todo momento, obligó a los hombres de Alejandro Alcoba a sumar desde el perímetro. Con Norelia y Arteaga en un estado de forma excelso, el conjunto visitante se encomendó entonces a la buena mano de jugadores como Sergio Llorente o Wintering, quienes sumaron seis y siete puntos durante el transcurso de la primera mitad.

Pese a las buenas sensaciones con las que parecía toparse el Melilla Sport Capital, Alejandro Alcoba se vio obligado a solicitar su segundo tiempo muerto a escasos dos minutos del intermedio para tratar de corregir su esquema defensivo y tratar de frenar así a un incombustible Brown. No pudo sin embargo recortar distancias en los minutos finales del primera parte el Melilla Baloncesto que, tras un acrobático mate de Kabasele, vio como la renta del conjunto ovetense se ampliaba al descanso (40-33).

De nuevo una desconexión al comienzo de la segunda mitad por parte del bando melillense permitió al Liberbank Oviedo ampliar su ventaja hasta los catorce puntos en poco más de dos minuto, fijando así la máxima diferencia en el encuentro hasta entonces (47-33). La reacción del Melilla, comandada por Andris Misters, aupó a los visitantes en el marcador, abriendo el encuentro a falta de solo un cuarto (55-53).

Fueron diez minutos a cara de perro en los que ambos púgiles soportaron todo un intercambio de golpes. El Liberbank Oviedo lo hizo primero, con un parcial de 6-0 que pudo romper definitivamente el encuentro de no ser por la buena reacción del Melilla Sport Capital, que volvió a colocarse a rebufo (63-62, min. 34). Fue el epílogo una sucesión de golpes y contragolpes tras el que el Melilla, sin la confianza, la calma y el punch suficiente, besó la lona por tercera vez.