El sindicato dijo que la gestión pudo “poner en peligro” la salud de los pacientes.
El ex director del Instituto de Gestión Sanitaria (INGESA) en Melilla, Antonio García Morillo, no quiso responder a las críticas vertidas por la Federación de Sanidad del sindicato CCOO, contra su gestión al frente de la sanidad de la ciudad.
Morillo apuntó en declaraciones a El Faro que ya ha realizado el traspaso al nuevo equipo directivo que estará encabezado por Francisco Robles y que no tiene intención de hacer ninguna consideración sobre las críticas de CCOO a su paso por la dirección territorial del Ingesa.
En este sentido, el antiguo director del instituto apuntó que ya se ha reunido con el nuevo grupo que se encargará la gestión para hacer un traspaso “cordial” de la dirección.
El secretario general de la Federación Sanitaria de CCOO, Carlos Antón, aseguraba el martes a través de un comunicado, que la gestión del Ingesa había sido “mala” y que tanto la directora nacional, Sara Pupato, como “sus secuaces” en Melilla, en referencia a Morillo y su equipo, habían hecho durante estos años al frente del instituto sanitario “una exhibición de lo que nunca debe hacerse en gestión sanitaria”.
Así, llegaba incluso a apuntar que “su labor debería de incluirse en cursos de formación para futuros dirigentes sanitarios”, para evitar que se volvieran repetir errores como los cometidos.
Antón señaló que la gestión había estado a punto de poner en peligro la salud de los ciudadanos de Melilla en muchas ocasiones y destacó que se dispensaran recetas de su medicación a pacientes crónicos, como los hipertensos, sin que previamente los visitara un profesional sanitario para tomarles la tensión.
El responsable de CCOO dijo además que el equipo saliente tenía “un enorme interés en cambiar los baremos de la bolsa de trabajo” antes de irse y señalaba que deberían esperar “los nuevos nombramientos”.
A pesar de todas estas acusaciones directas a su gestión, Morillo prefirió mantenerse al margen de la polémica.