El superconsejero de Economía y Servicios Sociales, con competencias de Salud Pública, Mohamed Mohand Mohamed, acompañó el sábado a las jugadoras melillenses del Torreblanca Fútbol Sala, debutantes esta temporada en Primera División, al partido que ganaron las Guerreras 7-2 frente al Universidad de Alicante y que las clasifica para la Copa de la Reina.
Entiendo que el consejero de Infraestructura, Urbanismo y Deporte, Rachid Busian Mohamed, haya ido en representación de Melilla, pero no me encaja en calidad de qué apareció Mohand por allí. ¿Como embajador del Patronato de Turismo o como embajador del coronavirus?
Si bien en los últimos días la incidencia acumulada de contagios de la COVID-19 ha bajado a 76 en nuestra ciudad, los datos de las últimas dos semanas andan por 246. No creo que sean motivo de celebración, siendo, como son, de los más altos de España.
Por lo que nos cuentan, nadie esperaba a Mohand en Madrid. Pero por allí, en la Ciudad del Fútbol de las Rozas, se apareció el superconsejero con la noticia de un sponsor de última hora que, al parecer, pagó en tiempo de descuento.
Quienes dudan de la afición de Mohand por el fútbol sala, aseguran que se coló en el partido de las Guerreras por la trascendencia del evento, para hacerse la foto y darse el viajecito a la capital del reino. De hecho, no había sitio reservado para él en las Rozas y tuvieron que buscarle acomodo sobre la marcha.
Menos mal que las Guerreras ganaron, porque si Mohand se acopla a última hora y nuestras campeonas hubieran perdido, le habríamos colgado enseguida el sambenito de gafe. Similar, al que se ganó el ex presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero cuando todo el mundo achacó a su mal fario la derrota de la Selección Española de Baloncesto en el Eurobasket de 2007. Fue aparecer por allí y la España de Pau Gasol perdió por un punto frente a Rusia. Antes ya había gafado a Ségolenè Royal, Romano Prodi o John Kerry. Todos los políticos que se reunieron por esa época con él, terminaron dimitiendo o perdiendo las elecciones.
Los detractores de Mohand no entienden qué pintaba él en Madrid y dan por hecho, que le puede su afición a los flashes y a la ‘red carpet’ porque no hay manera de asociar un partido de fútbol sala con sus competencias de Turismo. No les encaja.
A nada que nos descuidamos, Mohand sale de Melilla, como cuando debía dar explicaciones por el vídeo la paella con amigos en el pleno de la Ciudad y envió un escrito diciendo que no podía estar presencialmente porque tenía una reunión mega importante sobre Fitur en Madrid.
Pero bueno, entendemos que después de ponerse chulo y negar la paella hasta con los pelos de las piernas, le daba reparo poner la cara en persona para marcarse un Don Juan Carlos: “Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir”.
En el PSOE yo creo que deben tomar buena nota de lo ocurrido en las elecciones de Madrid. De hecho, voces importantes en el partido han pedido una reflexión sobre lo que pasó con Gabilondo, porque se temen que el problema no sea el candidato soso, sino que en plena campaña, el Gobierno hubiera intentado colar en Bruselas una reforma fiscal que perjudica a 2 millones de familias de clases medias y bajas que presentan la declaración conjunta de la renta.
Si a eso le sumamos los antecedentes penales del pacto con Podemos, Bildu y ERC, apaga y vámonos.
En Melilla los socialistas no están para lanzar cohetes. La última encuesta de Electomanía les da entre un 14 y 15% de intención de votos. O sea, más o menos lo mismo (14,41%) que consiguieron en 2019. Eso para un partido en el Gobierno no es un buen dato, como tampoco es bueno para el PP que CpM siga por delante y que las encuestas le den un punto de ventaja (31-32% de apoyos) con lo que se lleva, por segundo sondeo consecutivo, el escaño en el Congreso.
Si en el PP de Melilla creen que todo el monte es Ayuso, lo llevan claro. Para empezar, habría que buscar una mujer candidata y eso me da a mí que no está en los planes de Imbroda, convencido de que éste es su momento.
En Andalucía los socialistas han convocado primarias y Congreso en junio ante el temor de un adelanto electoral. Más les vale a los de Melilla que los nubarrones no se conviertan en truenos porque los de Gloria Rojas no están preparados para ir a elecciones este año y después de la debacle de Madrid, menos.
El PSOE local no ha logrado hacer equipo o al menos venderse como si lo hubiera hecho. En lugar de las filas prietas, tenemos conatos de zancadillas, enseñando los dientes por aquí y por allá. Son pocos y se hacen oposición entre ellos mismos.