La moda del selfie llegó a nuestras vidas con el auge de internet y las redes sociales. Según datos históricos, el primer selfie de origen fue tomado por el fotógrafo Robert Cornerlius en 1839.
A día de hoy, el selfie, ha pasado a formar parte de nuestras vidas y, ha incidido en la imagen de las personas y las redes sociales.
El Faro ha tenido la oportunidad de hablar con varios psicólogos melillenses que nos han dado su visión personal sobre la famosa ‘moda del selfie’.
Sandra Sánchez es psicóloga de Siquia y define desde su campo de la psicología a la imagen como”aquella identidad que nos iguala y nos hace diferentes” en el conjunto de”nuestros convivientes”.
No hace falta recalcar que cuando hablamos de redes sociales, las personas intentamos “dar” una imagen de nosotros mismos que”creemos” que los demás van a admirar.
“En la mayoría de los casos no forma parte realmente de quién y cómo somos.Proyectamos aquello que los demás esperan ver en nosotros”, aquello que nosotros creemos que los demás esperan de nosotros y que va a gustar, por ello seremos mejor aceptados”, explica la psicóloga.
Para Sandra Sánchez, el aparentar no forma parte de la naturaleza del narcisista que puede distorsionar la propia imagen y”acabamos” creyendo y teniendo la necesidad de ser quién realmente no somos, sino lo que otros han visto y aceptan”likeando y redifusionando”.
Judith Chocrón es psicóloga en Melilla. La especialista define la imagen personal como la”forma de expresarnos” y ”relacionarnos” con el mundo exterior a través de nuestra apariencia.
“La forma de vestir es nuestra carta de presentación social y un reflejo de nuestra personalidad. Hay personas que se cuidan mucho, miman los detalles de complementos, la combinación de prensas y ”lo que se lleva” frente a otro tipo de estilos que son más básicos y neutros, pasando por aquellos que eligen un estilo más alternativo e independiente de las modas convencionales”, destaca la psicóloga.
Asimismo, destaca que la imagen y el ‘postureo’ en las redes sociales afecta de forma bidireccional tanto al protagonista como al observador.
La psicóloga añade que hay que saber diferenciar el ”querer” compartir tu vida por redes sociales a la”necesidad” de hacerlo, en realidad.
“La diferencia está en la tendencia obsesiva de querer publicar la foto perfecta, con el fondo perfecto y la cara perfecta, hacer miles de fotos para elegir la mejor o incluso buscar recomendaciones de amistades para decidir la foto ideal, y después observar el número de ‘likes’ que recibes traduciéndose en un nivel de popularidad o evaluación social, pudiendo ser patológico cuando esos ‘me gusta’ te lo llevas al campo personal y de la autoestima personal”, subraya Judith Chocrón.
Además, recalca que "al observador le afecta” al compararse ya que ver el atractivo físico de otro, la vestimenta de moda, las vacaciones idílicas de los demás, atenta a la autoimagen y autoconcepto y pueden derivar en interpretaciones erróneas o distorsiones cognitivas
Sandra Sánchez afirma que el ‘postureo’ de las redes sociales afecta directamente a la propia persona porque desvirtúa su esencia, su yo; y crea realidades alternativas, paralelas o”vete tú a saber de qué tipo, pero nada parecidas a la realidad”.
“El mayor perjudicado, al fin y al cabo, será la propia persona. Seguidamente aquellos que le confieren verdad absoluta, que lo aceptan con los ojos cerrados. El ‘postureo’, indica postura, aquello que se muestra, que no necesariamente quiere decir que sea la realidad” cuenta la psicóloga melillense.
Desde una perspectiva más histórica, Judith Chocrón asegura que el autorretrato no es nada nuevo, viene de las primeras esculturas y pinturas de la Edad Antigua.
Es un hecho que el ser humano busca dejar constancia de su propia imagen, ya sea en piedra, en un cuadro, una foto en papel o una publicación en las redes sociales.
“Recientemente se ha denominado”Selfitis” al deseo compulsivo obsesivo para tomar fotos de uno mismo y publicarlos en los medios sociales como una forma de compensar la falta de autoestima y para llenar un vacío en la intimidad”, explica la psicóloga.
En palabras de Judith Chocrón, como cualquier indicativo psicológico, cuando un comportamiento provoca malestar, afecta a normal funcionamiento de la vida cotidiana, familiar, laboral o social, es cuando”hablamos” de un trastorno psicológico.
“El hecho de girar tu vida a un selfie más que vivir la vida y capturar esos momentos es lo que hace que sea disfuncional” dice la psicóloga melillense.
La psicóloga Sandra Sánchez afirma que con compartir nuestras vidas en internet”buscamos” ser reconocidos y aceptados por la sociedad”compartiendo” aquello que se nos da bien y, escondiendo lo que no.
“En una sociedad que nos ajusta a estadísticas, buscamos resaltar porque se nos ha demostrado en las RRSS, en la TV, en el cine, en cinemascope y DoblySorround y Technicolor, que podemos destacar, tener éxito, dinero, reconocimiento y ser el”rey de la montaña”.
Pero no nos dicen qué ocurre cuando eres el rey de la montaña. A partir de este hito las películas del cine, la TV, ya no cuentan nada…” aclara la psicóloga.
De la misma manera, referida a la sociedad más adulta, la psicóloga subraya que buscan múltiples aspectos para”recuperar” un reconocimiento que no se tiene entre sus iguales, sentirse diferente o una”vuelta a la juventud de sus tiempos”.
Sandra Sánchez considera que no está fuera de lo común a no ser que se convierta en patológica y fuera de su marco de edad.
“Cuando se pierde de vida la realidad, solemos dejar de hacer frente a las necesidades reales del día a día (la vida, solemos decir” asegura la psicóloga.
Para Judith Chocrón las redes sociales son una”extensión” de nuestra forma de relacionarnos con los demás.
“Aquellas personas extrovertidas, que suelen contar sus anécdotas o peripecias diarias actuarán de la misma forma, teniendo muchos”amigos” y siendo activa en redes sociales dándole a los likes, opinando y comentando.
En cambio, las personas más reservadas o tímidas, se desenvolverán en redes de una forma más precavida y selectiva” comenta la psicóloga melillense.
Sandra Sánchez, la psicóloga de Siquia, hace hincapié en que las personas”buscamos la perfección” a lo real mediante filtros y retoques de algo que consideramos imperfecto buscando sobresalir, destacar y salir de una realidad la cual”no nos satisface del todo”.
“Desechamos múltiples intentonas porque no son perfectas a nuestro parecer. Cuanto más cerca, mejor. A nuestros ojos y a los ojos de los demás. Siempre esperando el reconocimiento y la aceptación de los demás, que hará que centremos atención, que creemos que no tenemos o no tenemos la suficiente” finaliza Sandra Sánchez.
El Faro salió a la calle para preguntar a los jóvenes sobre la moda selfie. Sobre todo las niñas, afirman que se llevan mucho tiempo para hacerse una foto, eso sí, dependiendo del momento y la cuenta a donde la suben.
Yusra tiene 18 años recién cumplidos y en sus redes sociales tiene dos cuentas para la aplicación de Instagram. Una abierta para todos los usuarios y otra privada para su círculo más cercano y amigos.
Explica que suele tardar en hacerse una foto selfie, pero también dependiendo del momento y para qué tiene una media de diez minutos entre la foto, los efectos y la música que le añade.
“Depende de para qué sea el selfie tardo más o menos. Si es para mi cuenta privada no le dedico mucho tiempo, pero si es para la cuenta abierta dedico unos cinco minutos para poder editar la foto con sus efectos, la música y tal” afirma la joven.
También utilizada la aplicación de BeReal que permite subir fotos cada 24 horas en tan solo 2 minutos. En este sentido, Yusra recalca que aquí no suele tardar en subir la foto ya que”la que salga, salió”.
Su amiga Tasnim asegura que para que salga bien una foto, primero hay que plantear cómo va a ser la imagen captada del momento. También tiene dos cuentas en Instagram y, dependiendo del momento aclara que le dedique más o menos tiempo.
“A ver hay que plantear que salga todo bien porque a veces te miras en el espejo y no te ves bien. Para la cuenta privada no pasa nada cómo salgas, pero con la cuenta normal sí. Cuando haces fotos con amigos, con que salgas tú bien el resto no importa” añade Tasnim.
Lo mismo le pasa cuando se hace fotos grupales con sus amigas”si salgo bien en la foto se sube”, además relata que cuando se hace selfies sola suele dedicarle unos diez minutos para decidir la foto.
Expiración Martínez explica que cuando se toma las fotos sola no tarda mucho, pero con sus amigos si dedica más tiempo a hacer fotos porque”sale mal o no le gusta a alguno de ellos”. Para esta joven la moda del selfie”está muy bien” para cambiar las formas de sacar las fotos.
“Si es con mis amigos suelo tardar en hacerme las fotos”, explica la chica.
Ana Belén no es de tardar en hacerse selfies. Para ella, prestarle atención a este tipo de cosas le”da igual” y piensa que con esta moda se está perdiendo la costumbre de conoceros cara a cara.
“Para mí mucha gente está perdiendo la costumbre de conocerse cara a cara y se utilizan más las fotos de las personas de cómo son en realidad. Entre tanto filtro, no se acaba conociendo exactamente cómo es una persona ni sabe quién es”, subraya.
La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…
En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…
De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…
Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…
Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…