El presidente de la Ciudad hizo entrega ayer del premio Lourdes Carballa a dos matronas
“Pongan una matrona en su vida”. Con esta frase finalizó Yamina Mizzian su discurso. Esta matrona que lleva décadas cuidando a las mujeres desde su adolescencia a su vejez aseguró ayer que en unos meses se jubilará con “la satisfacción” de que la labor que empezó junto a Dolores Sáez, la otra matrona galardonada, continuará en el Centro Integral de la Mujer, un espacio donde ‘ellas’ son protagonistas. Mizzian y Sáez recibieron ayer de la mano del presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, el premio Lourdes Carballa con el que se reconoce la labor de mujeres que han luchado para hacerse un hueco en la sociedad. Dolores Sáez no pudo asistir al acto de entrega por un problema familiar, pero su hija Sandra Ramos fue la encargada de hablar en su nombre y recoger su galardón.
Mizzian dedicó unos minutos a recordar a esa mujer que la animó a estudiar en los años 70, cuando aún era complicado para una mujer salir de Melilla para estudiar una carrera. Fue su tía, a la que cariñosamente llamaba ‘Titi’, la que estuvo con ella desde niña haciéndola estudiar duro y la que más la apoyó cuando se fue de la ciudad. “Una mujer ayuda a otra mujer”, destacó esta matrona que añadió que fue la lección que aprendió de su tía.
El centro para la mujer
También señaló que ha habido dos constantes en su vida como son la familia y su trabajo y confesó que en ocasiones es “muy difícil diferenciar donde empezaba una cosa y donde la otra”. Asimismo resaltó que ha ayudado a cientos de niños a nacer y ha atendido a miles de mujeres en su vida, pero señaló que si hubo un momento “especial” en su profesión fue cuando creó junto a Dolores Sáez el Centro Integral de la Mujer. Aseveró que en aquellos años no tenían “ni un duro”, pero con mucho esfuerzo consiguieron sacar adelante este proyecto. “Fue un centro de mujer para mujer”, afirmó.
En unos seis meses dejará la clínica y su profesión para disfrutar de una “merecida” jubilación. Pero antes finalizar el discurso y de dedicar el premio a sus hijos y a las mujeres de Melilla, Mizzian pidió al presidente de la Ciudad que eche una mano al grupo de mujeres por la lactancia materna, pues son más de 100 ni no tienen una sede donde reunirse, así como solicitó que presten otro espacio a las mujeres menopáusicas.
Detectar drogas
Por otro lado, la hija de Dolores Sáez, Sandra Ramos, leyó un escrito de su madre en el que resaltó algunas de las anécdotas de su vida profesional, como cuando se pidió ayuda a las matronas para ayudasen a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la detección de droga en la frontera que era transportada por mujeres. También destacó su trabajo en el Hospital de Cruz Roja, cuando mentía al gestor afirmando que una mujer iba a parir cuando no era cierto para que pudiera recibir asistencia sanitaria.
Por su parte, Imbroda pidió a Lourdes Carballa, primera mujer en formar parte de un pleno democrático y que da nombre a estos premios, que subiera al escenario para reconocer la labor de estas dos matronas que habían luchado mucho por su profesión. “A ver si las mujeres seguís surgiendo con mas fuerza porque abriendo más caminos, la humanidad irá muchísimo mejor. Los hombres solos, lo demostramos en su momento, no estamos capacitados para ello” apuntó.
Por último, la viceconsejera de la Mujer, Fadela Mohatar, resaltó que estas dos mujeres habían ayudado a nacer a cientos de niños y atendieron a miles de mujeres en un momento tan importante de su vida como la llegada de un bebé donde buscan su complicidad.