Miles de melillenses disfrutaron durante este jueves de la cabalgata de Reyes en Melilla. Carrozas, pasacalles, actuaciones musicales y muchas sorpresas que hicieron pasar un buen rato a los presentes aunque lo más demandando, además de sus majestades de Oriente, fueron los caramelos.
Más de 2.800 kilos de caramelos blandos, además de bastones dulces y carbón comestible fueron lanzados desde las 12 carrozas que formaban el desfile.
Sobre las 7 y media de la tarde, con un poco de retraso, se iniciaba el cortejo desde la Avenida de la Democracia. Fueron Mickey y Minnie subidos en un descapotable los que inauguraron la cabalgata 2023. Junto a ellos, decenas de personajes infantiles de las series y películas más conocidas por los niños.
El primer rey mago que entró en el recorrido fue el Rey Melchor en una carroza de camello gigante. Él fue uno de los más esperados por los niños y niñas como bien demostraban sus gritos. El resto de carrozas no dejaron indiferente a nadie. Todas ellas llenas de color y de magia.
En especial, algunas estaban inspiradas en el sistema solar, con sus planetas y la luna, en la Navidad o en el invierno. Esta última causó sensación entre los niños, ya que tenían tres globos gigantes donde en los que había personas dentro. También hicieron su entrada un poco más tarde, el Rey Gaspar y el Rey Baltasar.
Con permiso de sus majestades los Reyes Magos, fueron los Bomberos de Melilla los que enloquecieron a los niños. Un camión de bomberos con humo artificial y la sirena sonando, desde el que se lanzaba carbón comestible.
También participaron en la cabalgata una carroza del Melilla Sport Capital, que utilizaron el antiguo tren turístico para repartir caramelos. Un tren que ha sido restaurado por la Consejería de Turismo para la ocasión. No faltó a la cita la mascota más famosa de la ciudad, Dragui, que como siempre se animó a mover el esqueleto.
Este es el primer año que los melillenses han podido vivir una cabalgata de Reyes con total normalidad después de la pandemia y se notó. Muchos de los niños, que este jueves acudieron a ver a los Reyes Magos estaban viviendo su primera cabalgata o por lo menos la primera de la que tienen recuerdo. Más de uno ha nacido o vivido su niñez en pandemia, cuando no se podían organizar actos con aglomeraciones como las de la noche de Reyes.
Muchos de estos niños iban totalmente preparados con sus bolsas para guardar todos los caramelos que conseguían aunque los más emocionados en conseguirlos, sin duda, fueron los padres y los abuelos. Algunos ni si quiera podían agacharse, pero lo hacían.
Tanto fue el éxito de congregación que las calles del centro de Melilla estaban abarrotadas de familias con hijos pequeños subidos a sus carritos. Nadie quiso perderse la cabalgata. Las gradas y las sillas instaladas en la Avenida Juan Carlos I estaban a rebosar. Ni una había libre.
Hacia muchos años que no veía,una cabalgata tan bonita,me ha gustado muchisimoo
Una cabalgata muy simple, nada que ver con las de hace años atrás. Recuerdo aquellas cabalgatas de Melilla que impresionaban con sus gigantes y cabezudos y con hasta tres bandas de música divididas a lo largo de la cabalgata y miles de caramelos y diversión. En la de ayer había más serpentina que caramelos, alguien se quedó con los sacos de caramelos, sin banda de música, ni gigantes ni cabezudos, adiós tradición.