Que el Ministerio de Interior esté barajando la llegada de mil agentes para blindar la frontera de Ceuta cuando se quiten las concertinas, tal y como dio por hecho El Confidencial Digital, algo a lo que han dado credibilidad muchos medios de comunicación, parece más salido de una chistera que de algo real. La propia secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, ha sido la primera sorprendida con este tipo de informaciones en su visita a Ceuta.
“Es la primera noticia que tengo de ese tipo de información. Estamos trabajando en un proyecto que no abarca solo la retirada de las concertinas, sino dale una alternativa a esos elementos como disuasorios para el salto y entrada irregular de inmigrantes, es un proyecto más global”, ha explicado este jueves en Ceuta a los medios de comunicación.
El Ejecutivo pide prudencia
Desde el Gobierno se pide prudencia en ese objetivo de buscar otras medidas que garanticen seguridad en la frontera y, a su vez, respeto a los derechos humanos hacia las personas que intentan dar ese salto.
“Estamos actuando con prudencia. Algo que se nos criticó, que íbamos a retirar las concertinas… nosotros dijimos que era nuestra voluntad y que trabajamos en que sea una realidad sin alterar el efecto disuasorio que tenía en su momento en la valla. Puede haber elementos técnicos que lo sustituyan. La valla no es insalteable. Se pueden usar otros medios de retardo más eficaces y menos lesivos”.
La información publicitada de llegada de mil agentes ha causado además sonrojo en la Benemérita. Y no solo por este dato, sino por el anuncio de que se iba a dotar la zona con cámaras con conexión wifi para enviar imágenes de manera inmediata. Sobre el terreno, cualquier agente conoce la pérdida de cobertura en un lugar de orografía enormemente complicada.