¿Qué balance hace de esta legislatura en la Asamblea de Melilla?
El balance no puede ser más desastroso y desolador. Por eso los melillenses están abandonando la ciudad; hasta el 2019 la población en Melilla crecía cada año, fruto de la confianza que generaba el Gobierno Imbroda y ahora se han ido más de 2.000 personas en lo que llevamos de legislatura, fruto de la incertidumbre y desconfianza generada por el Gobierno de la Ciudad en estos cerca de 4 años.
Este Gobierno ha endeudado a los melillenses en más de 100 millones de euros y ha recibido decenas de millones de euros de fondos europeos, y a pesar de ello, la ciudad está más sucia que nunca; no se han llevado a cabo inversiones productivas y se han paralizado las que estaban en marcha; se está destruyendo empleo; no atienden a las familias necesitadas; no han puesto un ladrillo de una sola vivienda de protección oficial; han abandonado a los autónomos, hay 500 menos que en 2019, y han abandonado a los hosteleros, comerciantes y pequeños empresarios.
Tenemos unos transportes aéreos con los precios de billetes más caros de la historia y unos transportes marítimos con menores rotaciones con la península y peores barcos; no han incorporado ninguna titulación universitaria nueva; han eliminado sitios de ocio para jóvenes como La Pérgola; y para rematar todo esto, no han bajado los impuestos y tributos a los melillenses, cosa que sí han hecho todas las comunidades autónomas del Partido Popular.
Esta es la triste realidad. En esta legislatura han despilfarrado millones de euros en obras innecesarias, dadas a dedo por emergencia a las mismas empresas.
En definitiva, van a dejar a los melillenses con más deudas, con peores servicios y con menos expectativas de futuro.
Por su experiencia al frente del Puerto de Melilla, ¿qué salidas tiene ahora que no llegan buques contenedores porque se acabó el comercio atípico?
Llevamos muchos años diciendo qué es lo que había que hacer en el puerto, pero lamentablemente no nos hicieron caso, más bien todo lo contrario.
Teníamos dos grandes proyectos que son estratégicos para el puerto y, sobre todo, para Melilla.
La ampliación del puerto: dejamos el proyecto hecho, el modelo físico aprobado, que es la reproducción a escala de esa ampliación y la comprobación que es viable desde el punto de vista técnico, y la dotación económica en los Presupuestos Generales del Estado de 2018, de 295 millones de euros. Llegó Pedro Sánchez al Gobierno de España, nos quitó a los melillenses esos 295 millones y se los llevó a Cataluña para contentar a los independentistas-golpistas catalanes. Eso es lo que ocurrió.
La ampliación del puerto, de no haberse paralizado, ya estaría casi ejecutada. Son 4 años de ejecución. Con la ampliación del puerto tendríamos una Melilla más grande y posibilitaría el traslado de empresas molestas e insalubres que se encuentran en estos momentos en núcleos urbanos: planta de producción de energía eléctrica de Endesa, planta incineradora, mercado de mayoristas, etc; y además, se liberaría ese suelo para desarrollo urbanístico de más zonas verdes, deportivas y residenciales.
Esta actuación no solo generaría beneficios al puerto, sino a toda la ciudad; generaría un gran desarrollo socioeconómico para Melilla y más empleo para los melillenses.
El otro proyecto que dejamos acordado con la mayor empresa de cruceros del mundo, es el de la construcción del muelle de cruceros, en el que la empresa ponía el 50% de la inversión, y nos garantizaba un gran número de escalas mensuales en nuestra ciudad. Este proyecto también lo paralizaron, y a día de hoy ni si quiera han adjudicado la redacción del proyecto. Esta obra, sin duda, generaría beneficios al puerto y a los comerciantes y hosteleros de Melilla, generaría más economía y más empleo.
Con estas dos actuaciones, el puerto de Melilla estaría saneado y no pasaría por las dificultades en las que se encuentra en estos momentos.
Usted es probablemente el más fiel de los ex consejeros de Imbroda o al menos esa es la imagen que proyecta. ¿Cómo definiría la lealtad en política?
La lealtad en el ámbito político, como la lealtad en el ámbito personal o profesional, depende de dos personas, de la persona que es leal y de la persona a la que eres leal.
En mi caso, soy una persona leal por naturaleza, es mi forma de ser, siempre he sido así. Soy leal con las personas que me rodean, con mis amigos y con las personas con las que trabajo. Y también en mi caso, la persona a la que le soy leal, Juanjo Imbroda, se ha ganado mi lealtad porque he visto a lo largo de estos años a una persona humilde, trabajadora incansable, honesta, honrada, con una capacidad de gestión extraordinaria y con un amor a Melilla inimaginable.
Considero que ser leal a Juanjo Imbroda es ser leal a mi tierra a Melilla, porque es la persona capaz de revertir la preocupante y delicada situación por la que pasa nuestra ciudad. Estoy convencido de que Juanjo Imbroda dará un vuelco a la ciudad y llevará a cabo las actuaciones necesarias para que Melilla vuelva a crecer económicamente, vuelva a crear empleo y mejore sustancialmente la calidad de vida de todos los melillenses.
Juanjo Imbroda se ha convertido, por méritos propios, en el estadista de la Melilla contemporánea, y la historia así se lo reconocerá. Pero todavía le queda mucho por hacer.
Por estos motivos, hice todo lo posible para que se mantuviera como presidente del Partido Popular, y por estos motivos haré todo lo posible para que sea nuevamente presidente de la Ciudad. Es lo mejor que puede pasar en Melilla el próximo 28 de mayo.
Pese a su vinculación con la política, ha sacado tiempo para estudiar y terminar la carrera de Derecho, ¿a dónde quiere llegar Miguel Marín?
Provengo de una familia humilde, trabajadora, honesta y honrada a carta cabal. Mis padres siempre me enseñaron que había que esforzarse y sacrificarse mucho para superarse y conseguir los objetivos propuestos. Eso es lo que he hecho toda mi vida esforzarme, sacrificarme y trabajar duro; y en la parte formativa también ha sido así. Empecé a estudiar con 18 años empresariales en el campus de la UGR en Melilla, posteriormente, en el mismo campus, hice la Diplomatura de Relaciones Laborales, y más adelante, hice Derecho en la UNED. También he podido hacer varios postgrados, como el Máster en Asesoría Jurídica Laboral, el Máster en Seguros o el Máster de Acceso a la Abogacía.
Siempre me ha gustado aprender e intento hacerlo cada día y aprovecho esta ocasión para animar a todos los jóvenes y no tan jóvenes a formarse, porque la formación, además de ayudarte a encontrar un empleo, te ayuda a desarrollarte como persona y este aspecto es muy importante.
Respecto a su pregunta ¿a dónde quiere llegar Miguel Marín? Debo decirle que siempre me propongo metas alcanzables y que sean a corto y medio plazo.
Desde hace muchos años se habla de Marín como el sucesor de Imbroda. ¿Cree que estar en las quinielas eternamente le ha convertido en diana de ataques continuos? ¿Por qué cree que pasa esto en política?
Es posible que haya sido por ese motivo, o por cualquier otro que desconozca. Pero lo cierto es lo que usted dice, he recibido durante muchos años todo tipo de injurias y calumnias, y como no puede ser de otra forma, he denunciado a todos ellos ante los tribunales de Justicia, y se han tenido que sentar en un banquillo, y al final han sido condenados y han pagado por ello.
Yo acepto cualquier crítica política, estoy expuesto a ello y lo asumo, y esa crítica política si es constructiva es buena, nos puede hacer mejorar; lo que es inadmisible es la injuria y la calumnia.
Esto pasa en política porque hay políticos que no dan más de sí, y cuando no tienen argumentos para debatir o rebatir, utilizan la injuria y la calumnia para desprestigiar al adversario; aplican aquello de miente que algo queda.
Se habla mucho de su patrimonio. ¿Qué tiene que decirle a quienes le cuestionan?
Tengo la suerte de que me conozcan muchos melillenses y las personas que me conocen saben de mi trayectoria personal, empresarial y política.
A estos pocos que puedan cuestionarme, les diría que el 21 de febrero de 1992, con 23 años recién cumplidos, abrí junto con un amigo que era como mi hermano, José Antonio Dueñas, el café-pub "La Chimenea", muy conocido en la ciudad, fue mi primera actividad como emprendedor, y desde esa fecha hasta ahora he desarrollado distintos proyectos y trabajado mucho e intensamente, entre 14 y 16 horas diarias, con fines de semana y festivos incluidos, y de esto, cualquier autónomo sabe de lo que hablo. Esos primeros años los inicié en el sector de hostelería, después en el sector asegurador, y desde hace tres años y medio también como abogado. Entré en política en mayo del 2001, y durante estos años he seguido manteniendo mi empresa y los puestos de trabajo que hay en ella.
Son 31 años ininterrumpidos de esfuerzo y sacrificio, en los que he contado siempre con el apoyo de mi familia. Lo que soy y lo que tengo se lo debo a ellos.
¿Cuáles son, en su opinión, los problemas urgentes que hay que resolver en Melilla? ¿Qué soluciones puede aportar el PP?
Lo primero, es necesario un gobierno fuerte, serio, riguroso, preparado y con las ideas claras de las actuaciones que hay que llevar a cabo de manera inmediata; justo lo contrario de lo que tenemos actualmente.
Entre los problemas urgentes a resolver destacaría el transporte, tanto aéreo como marítimo, porque es imprescindible para el desarrollo socioeconómico de nuestra ciudad y para el impulso del turismo.
Debemos resolver urgentemente la falta de oportunidades en formación, en empleo y en ocio que tienen nuestros jóvenes, y que está provocando que se marchen de Melilla.
La atención a las familias más necesitadas es otra de las prioridades, hay muchas de ellas que no reciben ningún tipo de ayuda, y lo están pasando verdaderamente mal. Es intolerable que con más de 100 millones de euros en préstamos pedidos haya tantas familias desatendidas.
La limpieza en la ciudad es otra de las cuestiones que hay que abordar con premura.
Y otro de los problemas que me preocupa especialmente, provocado por este desastroso y caótico gobierno que tenemos, es la desconfianza generalizada de los melillenses en el presente y futuro de nuestra ciudad; a todos ellos les digo que el 28 de mayo tendremos una oportunidad única para cambiar Melilla.
Respecto de las soluciones que proponemos desde el PP, le comentaré algunas de ellas y que ejecutaremos de manera inmediata si la mayoría de los melillenses nos dan su confianza.
En primer lugar, para resolver el problema del transporte aéreo, hay que declarar la obligación de servicio público de las líneas de Málaga y Madrid, como ya hicimos desde el PP con las líneas de Almería, Granada y Sevilla; y hay que poner un precio de billete tanto para residentes como no residentes de 50 € ida/vuelta a Málaga y 100 € ida/vuelta a Madrid.
Y en el transporte marítimo, por un lado hay que ampliar a 7 rotaciones semanales en cada una de las rutas de Málaga, Almería y Motril; y por otro lado hay que exigir unos barcos más modernos y confortables. Al mismo tiempo se debe establecer el mismo precio de los billetes para los no residentes.
Con el precio de los billetes baratos, hay que abordar la construcción de dos hoteles en nuestra ciudad, uno en el cuartel Primo de Rivera, situado en el Paseo Marítimo, y otro en el antiguo Puesto de Socorro. Y en la línea de mejora del desarrollo turístico, hay que impulsar la construcción del muelle de cruceros.
En el ámbito universitario, hay que conseguir llegar a los 5.000 alumnos, para ello es necesario ampliar las infraestructuras, entre las que destacaría la reforma del edificio de Correos y la adquisición del edificio Banco de España; estas dos instalaciones posibilitarán la implantación de nuevas titulaciones universitarias.
Además, al estar ubicadas en pleno centro de la ciudad, ayudarán a dinamizar el comercio y la hostelería en esta zona.
Hay que mejorar nuestro régimen económico y fiscal: ampliar la deducción en el IRPF del 60% actual al 75%, el impuesto de sociedades del 50% al 75%, y las bonificaciones a las cuotas patronales de la Seguridad Social del 50% al 75%. Estas medidas beneficiarán a todas las familias melillenses, autónomos, hosteleros, comerciantes y pequeños empresarios; y además impulsará la economía en la ciudad y la creación de empleo.
Es imprescindible arraigar más Melilla a Europa, y para ello proponemos tres actuaciones: Una, la integración de nuestra ciudad en la Unión Aduanera, manteniendo nuestras singularidades fiscales. Hemos visto el ejemplo de Canarias y debemos seguir su camino.
Dos, solicitar la eliminación de la actual excepción al Tratado Schengen, y al mismo tiempo dotar al consulado de España en Nador de los recursos humanos y técnicos necesarios para que tramiten de manera inmediata los visados.
Tres, es necesario que la Unión Europea considere a nuestra ciudad como zona con desventajas naturales o geográficas, y nos equiparen a las regiones ultraperiféricas; con ello recibiríamos ayudas económicas importantes para desarrollar nuestro tejido productivo.
La sanidad en Melilla debe mejorar, son necesarios más profesionales sanitarios.
La educación también necesita ser atendida, las clases están masificadas, son necesarios más profesores.
Hay que mejorar la seguridad en Melilla, y hay que exigir el aumento de 300 policías nacionales y 300 guardias civiles en sus respectivas plantillas, y establecer en sus catálogos de puestos de trabajo las singularidades de aquéllos que desempeñan sus funciones en la frontera, con la consiguiente compensación económica.
Hay prestarle una atención especial a los jóvenes, hay que darles oportunidades de formación, oportunidades de emprendimiento, oportunidades para conseguir un empleo y oportunidades para ocio.
Podría seguir exponiendo propuestas, pero creo que necesitaríamos el periódico al completo. Ya tendremos tiempo en las próximas semanas para ir dándolas a conocer.
Se da por hecho que Imbroda será número uno de la lista del PP de Melilla. ¿Le gustaría entrar en el próximo Gobierno si los ciudadanos dan en las urnas su apoyo al Partido Popular?
En los 32 años que llevo de afiliado en el Partido Popular siempre he estado a disposición del partido y ahora también, estaré donde el presidente y los órganos del partido lo consideren conveniente.
Siempre he tenido vocación de servicio público y me ha gustado y motivado trabajar para que Melilla avance, se desarrolle y que los melillenses vivan mejor y esa vocación continúa.
¿Qué es Melilla para usted? ¿Cómo ve el futuro de la ciudad? ¿Ve usted signos de inestabilidad que antes no había o esta inestabilidad es la de toda la vida?
Para mí, Melilla es todo, es mi tierra, es donde nací, donde crecí, donde me he desarrollado y formado como persona, donde tengo a gran parte de mi familia, donde tengo a mis amigos, y donde descansan mis antepasados. Por eso me apasiona Melilla.
Sobre el futuro de la ciudad, creo que tenemos una oportunidad el próximo 28 de mayo para despejar dudas e incertidumbres. Es imprescindible un gobierno que dé estabilidad a la ciudad y que genere confianza en el presente y en el futuro. Yo confío en que Melilla tiene futuro, porque confío en los melillenses.
Sobre los signos de inestabilidad, éstos son más que evidentes, nunca antes habían coincidido al mismo tiempo dos gobiernos, central y autonómico, más nocivos para la ciudad como los que tenemos en la actualidad.
El Gobierno central ha abandonado a su suerte a Melilla, lleva 5 años en el gobierno y se ha olvidado de los melillenses. No ha resuelto los problemas que tenemos, y donde no había problemas, los ha creado. No se han conformado con no llevar a cabo inversiones en la ciudad, sino que las que había previstas y presupuestadas las eliminó.
Muestra una debilidad preocupante frente a Marruecos y le está dando todo a cambio de nada. Cerraron la aduana comercial el 1 de agosto de 2018 y sigue cerrada, y no dejan pasar mercancías desde Melilla a Marruecos, pero sí a la inversa. Con Marruecos hay que llevarse bien, pero no ser sumisos, y es como se ha mostrado Sánchez durante estos años.
El gobierno de Melilla ha contribuido a esa inestabilidad, porque ha sido y es un gobierno inestable. Nunca han tenido un programa de gobierno; nunca han sabido lo que hacer con Melilla; se convirtieron desde el primer minuto en un reino de taifas. Están más tiempo peleándose entre ellos que gestionando para resolver los problemas de la ciudad; han despilfarrado millones de euros en obras innecesarias y dadas a dedo con la excusa de la emergencia; han endeudado a todos los melillenses; y han convertido a Melilla en la ciudad más sucia de Europa. Todo un desastre y esperpento de gobierno.
Por tanto, nunca ha habido en la ciudad más inestabilidad que ahora.
¿Qué objetivos se ha propuesto para este nuevo año?
Este año estoy centrado en lo que considero más importante para el presente y futuro de Melilla y es que el Partido Popular gane las elecciones el próximo 28 de mayo con una mayoría suficiente para formar un gobierno estable; y para que el Partido Popular también gane las elecciones generales y podamos contar con un gobierno solvente en España, que atienda a Melilla y los melillenses como nos merecemos, y despeje cualquier duda sobre nuestro futuro.
Trabajaré duro para poner mi granito de arena en la consecución de este objetivo, y también le pido a los melillenses que nos ayuden a conseguirlo.
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