El turismo familiar consume en bares y restaurantes, pero no en las tiendas.
Mientras los hosteleros de la ciudad ven en agosto una oportunidad para remontar las malas cifras que dicen que han cosechado en julio por el Ramadán, los comerciantes se encuentran en una situación completamente opuesta, puesto que consideran que el mes pasado fue relativamente bueno, dada la coincidencia con la festividad musulmana, que animó las ventas. Por otra parte, desde la Asociación de Comerciantes de Melilla (Acome) apuntan que en agosto toca resignarse al escaso índice de ventas porque afirman que el turismo familiar no deja réditos económicos en el sector, ya que este tipo de personas que vienen a la ciudad, frecuentan más el sector hostelero. El presidente de Acome, Enrique Alcoba, ejemplifica lo que piensa asegurando que “el fin de semana, todos los aviones para salir de Melilla estaban llenos”. Asimismo, Alcoba apunta que, en general, “la perspectiva del mes de agosto es muy floja” y apunta a las vacaciones como razón principal, asegurando que hay más personas que se van de las que vienen a pasar sus días libres a la ciudad. “Aquí hay muchos funcionarios y muchas instituciones cierran en agosto”, señala el presidente de Acome, y añade que, por tanto, “hay menos potenciales clientes en la ciudad”. Así pues, los comerciantes se resignan a tener un mes de agosto con escasas ventas, pensando que su particular ‘agosto’ fue julio, al coincidir el arranque de la época de rebajas de verano con el Ramadán. “Ahora hay más descuentos que antes, pero no habrá tanta gente para aprovecharlos”, concluye el presidente de la asociación de comerciantes. Playa y no tiendas Sobre la llegada de personas a la ciudad, ya sea por cuestión turística, por venir a visitar a familiares o amigos o porque son melillenses que trabajan fuera y vienen a pasar sus días libres a la ciudad, Alcoba considera que este tipo de público no es el que consume en las tiendas, que viene “buscando la playa” y que sale de casa, sobre todo, para ir a bares o restaurantes. Por tanto, los comerciantes sostienen que las pérdidas por los melillenses que se van no se compensan con los que vienen a la ciudad. “Tenemos que ser optimistas”, sentencia Alcoba refiriéndose al mes que de agosto. Frontera “Los clientes que vienen de Marruecos son los que sostienen el sector”, apunta el presidente de Acome sobre el turismo de compras que acude desde el país vecino. Sobre este tipo de compradores, Alcoba señala que podrían “compensar toda la gente que se va de Melilla de vacaciones”, puesto que en Ramadán supusieron un elemento fundamental para las buenas cifras.