El actor protagonista de ‘Lo que vio el mayordomo’ asegura que es complicado para los jóvenes conseguir un papel porque les piden experiencia y no hay trabajos para todos.
Le avisaron de que una productora estaba buscando a un chico de su edad para un papel en una obra de teatro. Se animó a hacer la prueba y el resultado fue que en unos días recibía una llamada de teléfono con la que le confirmaban que el papel del botones Nick en ‘Lo que vio el mayordomo’ era suyo. Es la primera vez que se sube a las tablas de un teatro de forma profesional, pues cuando era niño ya estuvo en las funciones que organizaba su colegio. Nick es el primer personaje de Raúl Mérida en el teatro. Este fin de semana estará en la ciudad junto a otros actores conocidos del público, como Pep Munné, Lola Marceli y Paco Churruca, para hacer reír al público con esta comedia en la que los enredos entre personajes se desarrollan en la consulta de un psiquiatra.
Raúl Mérida tiene 25 años y mucha suerte con los papeles que ha conseguido en televisión. El último es Felipe El Hermoso en la serie de Isabel que programa TVE. Afirma que es una suerte para los actores poder interpretar a lo largo de su carrera a personajes muy diferentes. Y eso es lo que ha conseguido él. Del tipo duro de ‘Tierra de lobos’ al niño pijo de ‘Los protegidos’ y ahora, el papel de Nick en la obra de teatro.
El actor describe a este botones como un “pequeño demonio”. “Es un chaval que se mueve por puro interés, pues lo que quiere es ser rico y para ello, hace lo que sea, como acostarse con hombres y mujeres. Todo vale por una buena cantidad de dinero”, apunta.
‘Lo que vio el mayordomo’ es una comedia de humor inteligente que lleva al público a reír sin parar sin utilizar el chiste fácil, explica. Pero sobre todo, anima a los melillenses a verla porque asegura que en estos tiempos nunca viene mal reír un poco.
Mérida es optimista. Cree que pronto se saldrá de la crisis económica en la que está inmersa la sociedad. También es consciente de que su profesión no está en su mejor momento. Por un lado, no hay tanto trabajo como hace años porque se han dejado de hacer muchas producciones teatrales. Por otro, hay mucha competencia y no es fácil conseguir un papel. Y a todo esto, se le suma que a la gente joven le piden experiencia cuando realmente no tienen mucha porque no hay teatros ni series para hacer currículo. Por todo esto, es realista. Y aunque le gustaría cruzar el charco, grabar una película con Julio Medem y con Javier Barden, su objetivo a corto plazo es otro: “Mi meta es pagarme el alquiler con mi trabajo como actor”.
El actor anima a los jóvenes, a los que sienten una pasión verdadera por este oficio, a probar suerte. Eso sí, les advierte de que la seguridad económica no es una de sus características.
Mérida señala que con producciones más sencillas y en las que se hable de la actualidad se atraería al público más joven. “Los políticos son el problema, ya que no se dan cuenta de que la gente está sedienta de cultura”, concluye.
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