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“Soy intolerante a la violencia contra la mujer”, lema de la campaña del 25-N
Se aproxima el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, y la realidad en España muestra que todavía se registran cifras escalofriantes de asesinatos machistas. Desde que comenzó el año en curso, la Delegación para la Violencia de Género ha confirmado 44 casos de muertes de mujeres a manos de sus parejas o exparejas, mientras que ha habido otros crímenes que aún no se han resuelto y que podrían engrosar una cifra de por sí alarmante.
No nos engañemos: pese a que las continuas campañas denunciando esta lacra poco a poco van arraigando en la sociedad, aún queda un enorme trabajo por hacer. Y esta tarea continuará pendiente hasta que el número de muertes violentas sea cero.
“Soy intolerante a la violencia contra la mujer”. Este es el lema de una campaña presentada ayer por la Viceconsejería de Mujer y Juventud de la Ciudad para plantar cara con firmeza a quienes se creen con poder para decidir sobre las vidas de sus esposas o parejas.
En la plaza Menéndez Pelayo se ha instalado un ‘photocall’ en el que se muestra el aludido mensaje de rechazo a la violencia machista. Junto a ese lema, un número de tres cifras: 016, el teléfono de atención a las víctimas de maltrato, una mano tendida en todo momento para auxiliar a las mujeres que viven sumidas en el infierno de la violencia machista. Si no denuncian la situación que sufren, es más que probable que los asesinos en potencia acaben cumpliendo su macabra amenaza.
Pero la lacra del maltrato ha de empezar a combatirse desde la propia infancia, educando a los niños en los valores de la igualdad y el respeto mutuo entre ambos sexos. Si en los colegios e institutos se fomenta la enseñanza en estos términos, habrá mucho terreno ganado a los criminales.
Las campañas con mensajes contundentes contra a la violencia machista son siempre útiles. Luchemos para que su mensaje nunca caiga en saco roto.