Fuentes consultadas por El Faro han hecho llegar el malestar que tienen el servicio de vigilancia y de seguridad de La Purísima por la situación que están sufriendo los profesionales que trabajan en el centro. En la madrugada de este viernes a sábado se sucedió la últimas de las agresiones y los vigilantes no pueden defenderse de ellas, según denuncian. En concreto, estas fuentes informaron de que un meno,r sobre las 5:00 horas, comenzó a arrojar piedras contra la garita de seguridad del centro. Hirió a un vigilante en una mano, aunque no hay que lamentar más daños que unas heridas.
Pero, en lugar de ser detenido y puesto a disposición judicial por la violencia ejercida, el menor fue ingresado en el centro y durmió en el interior como si no hubiera pasado nada.
Este joven que tiró piedras contra la garita de vigilancia ya había sido dado de baja del centro. Al no estar cuando se cierran las puertas, se deja de contar con él en el centro y se le da de baja de La Purísima. Pero se desconoce por qué acudió al centro a esa hora y por qué, sin más, según estas fuentes consultadas por el periódico, se dedicó a arrojar piedras contra el vigilante de seguridad y el módulo desde donde se hace esa vigilancia en La Purísima.
Para estas fuentes, no se trata de una trastada ni una chiquillada, sino de una auténtica agresión que se puede ver desde las afueras del centro. El joven, al tirar piedras, dio en una de las ventanas rompiendo el cristal, a pesar de que hay una reja con la que se intenta proteger este espacio.
Y a pesar de sufrir esta agresión, los vigilantes tuvieron que llamar a la Policía Local y los agentes ingresaron al joven en el centro de acogida donde pudo quedarse a dormir. Estas fuentes aseveraron que no se le detuvo ni se le llevó ante ninguna autoridad para responder por su acto. Y esto deja sin protección alguna a los vigilantes de seguridad del centro. Explicaron esta fuentes consultadas por El Faro que no se pueden defender de los jóvenes, no se les puede parar, y solo pueden avisar a la Policía para que intervenga. Son un colectivo que está para vigilar, pero se sienten intimidados porque hay jóvenes que les amenazan sabiendo que no pueden hacer nada en contra de ellos.
Sin cámaras
Y toda esta situación se produce cuando hay cámaras del centro que no están funcionando desde hace meses y no pueden recoger esas agresiones como la de ayer. Las fuentes consultadas por El Faro exigen a la Ciudad que arregle estas cámaras para arrojar luz sobre actuaciones como ésta y para que se pueda exigir responsabilidades a los chicos que no tienen una actitud correcta en centro y alrededores, sino violenta.
Además, aunque haya bajado el número de jóvenes que hay en el centro educativo, estas fuentes demandan un aumento de vigilantes y medios para poder actuar cuando alguno de los chicos se vuelve violento con ellos.
Piedras, entre otras cosas. Se les han intervenido cuchillos, "bardeos", droga sintética... y aquí no pasa nada. Los guardias de allí están vendidos, además que ni les dotan de material de protección y la seguridad no sólo es precaria en medios, sino en personal e infraestructura que facilite la labor. Y ya la fiscalía de menores y su comportamiento ante las agresiones a ciudadanos, guardias y agentes, es para mear y no echar gota con perdón de la expresión. Por no decir que los forenses deben estar untadísimos: la mayoría allí tienen de 18 a 24 años y en los documentos figuran (algunos que han ido y venido con los años varias veces, y se sabe) como de 15, 16, 17 "a lo mejor". Es una vergüenza. Porque hasta para uno que ha salido de la academia en Ávila ver esto es descorazonador y te hace cuestionarte para quién trabajas. Pero como hay todo un chiringuito detrás e intereses espurios, nadie hace nada desde el gobierno, entre el que entre en Moncloa o en el palacio de la asamblea.
La tasa de criminalidad se ha disparado desde que los tenemos aquí. Y encima, saben que legalmente no podemos castigarlos o defendernos. Es lo primero que les dicen.
También, según entiendo, sólo hay educadores los días de diario por la mañana. Deberían estar presentes todos los días en varios turnos, incluso de noche. Porque vaya, y vaya. Ni siendo policía nacional.
Pobre chiquillo si sólo estaba jugando con los juegos que tienen en su país, lo de tirar piedras lo llevan en la sangre , sólo hay que ver en todos los conflictos en lo que están que su mejor arma son las piedras , y Mohamed VI gastando un dineral en armamento , si es mejor que compre camiones con piedras. Pues mientras no se cambie la Ley del Menor estaremos creando nuevos terroristas y para colmo con nuestro dinero . A todo el que utilice la violencia sea menor o no sólo cabe una repatriación a su País y la prohibición de entrada en Europa por lo menos en 25 años , verás como si se actúa de esta forma se comportarían de otra forma.