Opinión

Memoria del tiempo viejo (XX). Una carta que no llegará (II)

Queridísimos: Tengo para mí que, en ocasiones, se envían cartas que no llegan a su destino por muy variadas y, a veces, inexplicables razones. Tengo visto y comprobado que el destino de las epístolas es inescrutable como los designios del Señor.

En apoyo de mi argumento, está el hecho de que las cartas que se enviaban a los antiguos concursos, o rifas o sorteos, jamás figuran entre las premiadas. Por supuesto, de los anuncios de los tales sorteos, rifas o concursos, nunca se sabía nada, porque desaparecían sin dejar rastro de los periódicos o emisoras de radio.

Con casi toda certeza, esta carta al aire que hoy envío se perderá en las brumas o en el mar sin encontrar una botella que la contenga, como aquellas que los náufragos introducían con el afán desesperado de hallar, en los límites de lejanas fronteras, alguien que las leyeras y fuese testigo, siquiera fuera lejano y por escrito, de las desgracias, cuitas y sinsabores del remitente.

¿Por dónde iba yo, Dios mío de mi alma? Ya me advertía mi añorado maestro don José María de Corral (q.e.p.d.), que debía corregir mi natural tendencia divagatoria a la hora de exponer lo que quería decir. Veo que sigo sin corregir el defecto señalado por mi maestro y bien que lo lamento.

Bueno, yo iba a decir que después de ver el resultado de las elecciones en las provincias vascongadas, me siento como el náufrago que quiere enviar una carta y no tiene ni botella ni recipiente alguno donde introducirla. Me estremece que el separatismo sume 54 de los 75 escaños con que cuenta el parlamento regional.

Malos vientos rolan en la rosa, para la idea de España en aquellos páramos, para las víctimas de la banda etarra, en fin, para la dignidad y la libertad de los que no quieren seguir sometidos a la opresión del yugo de aquellos que siguen en el delirio de utopías imposibles.

Siguen las oposiciones olvidándose, se ha visto con claridad en la campaña electoral, de su principal obligación en esta hora crepuscular de España; esta no es otra que ganar la calle y vertebrar con toda plenitud la idea de España, al menos de cierta idea de España.

Soy de la opinión de que todos los españoles, incluso aquellos, como los separatistas, que no quieren serlo, tienen una cierta idea de España. Está hecha de retazos históricos, sentimientos acumulados, emociones varias, concepciones culturales, esquemas valorativos y hasta peripecias personales y aventuras colectivas.

En vez de hablar de la economía o de la inflación o del precio del aceite o de los garbanzos, las oposiciones deberían ser conscientes de la realidad, deberían tratar de sumar y no de restar, deberían hacer el esfuerzo supremo de dialogar y no disputar, de incluir y no de excluir.

Esta creo que es la realidad. También las gentes creen que esto es difícil. Pero ser conscientes de la realidad no es ser pesimistas.

En este tiempo viejo, tan lleno de blando y confuso griterío, don Alberto y don Santiago tienen la ineludible exigencia de encarar el futuro, que es hoy, con la idea principal de apartar de la conciencia de la afición, la tentación de que se normalice el criterio de que la dureza del rostro sea el dato principal de los que, dedicados al quehacer político, vagan por los andurriales de este tiempo viejo.

El tantarantán que las elecciones en las provincias vascongadas han supuesto para las llamadas “fuerzas constitucionalistas”, debe servir para no caer en las simas de la amargura, sino antes, por el contrario, vencer de una vez por todas, el complejo de inferioridad existente a la hora de plantear con claridad y convencimiento, la superioridad moral en todos los órdenes, ahora en manos de expositores de izquierdas o disolventes.

Es un momento este en el que sería muy grave que el común de las gentes pensara, que las oposiciones son incapaces de robar cacahuetes al chimpancé de un zoológico.

Esta carta que yo sé, lo dije antes, que los carteros no entregarán, lo que quiere señalar es que lo que ha pasado en las provincias vascongadas trasciende al propio ámbito regional o provinciano; su repercusión es como la onda de una piedra arrojada al estanque; nos alcanzará a todos. Han resultado ganadores la tontería vizcaitarra y vaticanista, unida a la demagogia sangrienta de los herederos de ETA. Siempre al fondo, aliada de todas las vacilaciones y de casi todas las banderas, tristísima compaña de viaje, creyendo que camina por propia voluntad, la desahogada tropa del Sánchez.

Yo no sé si los próximos comicios en Cataluña se dirimirán en campos de incertidumbre o de dramatismo, o de derrota anticipada o de vago rumor anticipo de nuevos desistimientos.

Lo que si tengo claro es que si don Alberto o don Santiago, o, mejor dicho, las actitudes de ambos no generan en aquellos páramos entusiasmo en sus prédicas, harán bien en hacer un alto en el camino y sentarse, no ya para meditar, sino para ofrecer algo que arrastre para siempre la amargura, el conformismo, la molicie y la galbana de los que tienen que depositar el voto.

Echada está la carta en el buzón del aire. Aunque no la entreguen, aunque se pierda entre brumas o naufrague en los mares de la indiferencia, aquí queda escrita. Que por mí no quede.

Os informo de los días más bizarros conmemorados recientemente;

Lunes 22 de abril; Día Internacional de la Madre Tierra, Día Mundial de las Tiendas de Disco (sic).

Martes 23 de abril; Día Mundial del Libro y los Derechos de Autor, Día de la Lengua Española, Día de la Lengua Inglesa.

Miércoles 24 de abril; Día Internacional del Multilateralismo (!) y la Diplomacia para la Paz, Día Internacional de Concienciación sobre el Ruido, Día Internacional del Perro Guía, Día Internacional del Animal de Laboratorio, Día Mundial sin Ascensores, Día del Denim (sic).

Jueves 25 de abril; Día Internacional de las Niñas en las TIC (?), Día Mundial del Paludismo, Día Mundial de los Pingüinos (arsa pilili), Día Internacional del ADN, Día Internacional del Delegado.

Viernes 26 de abril; Día Internacional en recuerdo del Desastre de Chernobyl, Día Mundial de la Propiedad Intelectual, Día de la Visibilidad Lésbica.

Sábado 27 de abril; Día Internacional del Diseño, Día Internacional de la Conservación de los Anfibios, Día del Código Morse, Día Mundial del Tapir (sic), Día Mundial del Veterinario.

Hoy domingo se celebran el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo y el Día Mundial del Matrimonio.

P.D.

a) Por mi padre (q.e.p.d.), que la ex alcaldesa de Puertollano sigue siendo ministra (¡de Vivienda!).

b) ¿Sabemos algo de Venezuela? ¿Como van las cosas por Afganistán? ¿Hay novedades en Ucrania?

c) Habida cuenta del caos sanitario y la situación desesperada de los beneméritos médicos de Melilla, ¿para cuándo una reprobación de la señora García (doña Mónica), que aunque nadie se lo cree, es sedicente ministra de Sanidad en el Senado, donde don Alberto tiene mayoría absoluta? ¡Vamos, digo yo!

Que no le falte agua al elefante.

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