El Melistar sigue de capa caída

• La escuadra azulona encaja una nueva derrota frente a un rival que fue muy superior en la primera parte, aunque mejoraron en el descanso

Al CD Melistar se le sigue atragantando la Tercera División. El equipo azulón tendrá que esperar al menos una semana más para intentar salir de la espiral negativa en la que está inmerso. Por si fuera poco, la necesidad de sumar de tres en tres hace que la tensión sea máxima durante el partido y entre algunos componentes del mismo equipo. Ayer, al término del encuentro, ya en el túnel de vestuarios, se produjo una trifulca entre dos jugadores del Melistar que acabó con agresión incluida. Una situación límite que tendrá que resolver el club que preside Juanma Hernández.

La primera mitad fue de claro dominio visitante. El Agroisa Huétor Tájar saltaba al sintético de La Espiguera con la intención de encarrilar pronto el duelo, y el partido se ajustaba a su guión ya que al descanso se llegaba con un claro 0-2 en el marcador. El Melistar no daba una pelota por perdida, pero la ansiedad por conseguir la primera victoria le sigue pesando demasiado. La primera ocasión para los hueteños llegaba antes del cumplirse el minuto 5 de partido en un intento de vaselina de Ariza que Jesús adivinaba para evitar el tanto. Amate dispondría poco después de otra gran oportunidad al recibir un pase medido desde la línea de retaguardia de Hernández, pero el '9' panciverde cruzaba en exceso el balón. Y tan solo un minuto después, en el 13', Choco se internaba por la banda derecha hasta la línea de fondo y dibujaba un pase raso hacia atrás donde aparecía Esteban para enviar el cuero al palo.

Tanto iba el cántaro a la fuente que el gol se veía llegar y llegó. Fran, con un pase largo a la espalda de la zaga local, habilitaba a Amate, que de tiro raso cruzaba al fondo de la red ante la salida de Jesús. La réplica llegaba poco después con un disparo lejano de Kuman que se marchaba muy cerca de la portería hueteña.

Los locales se lanzaron en busca del empate, que pudo llegar en una serie de saques de esquina consecutivos. Buba impedía que Abdu consiguiera un gol olímpico y a renglón seguido el propio Abdu cabeceaba fuera tras el lanzamiento desde el banderín de córner. Pasada la media hora de partido Hernández disparaba colocado y Jesús atajaba sin problemas y un minuto después Hernández establecía el 0-2 en el electrónico con un disparo desde la frontal sin aparente peligro. Y casi a renglón seguido Quevedo enganchaba un zapatazo que se estrellaba en el travesaño, por lo que al descanso se llegaba con clara ventaja para los visitantes. Tras el paso por los vestuarios el Melistar daba un paso adelante en busca del gol que le volviera a meter en el partido. Así, Farid centraba desde la derecha una pelota que Josélu remataba, pero el cuero se estrellaba en el cuerpo de un defensor. Los locales verían premiada su mejor predisposición en un libre directo al borde del área que Kuman se encargaba de ejecutar de manera magistral con un disparo raso y ajustado al palo izquierdo del portal defendido por Buba. Los azulones acortaban distancias y tenían por delante más de media hora para intentar la hazaña.

Pasada la hora de juego Abdula botaba una falta lejana al corazón del área donde aparecía Salah para cabecear ante la salida de Buba, pero el arquero visitante se empleaba a fondo para evitar el empate y despejar a córner.

Pero cuando mejo estaban los locales, un contragolpe de los visitantes bien llevado por Joaquin, que acababa de saltar al terreno de juego, finalizaba con la pelota en los pies de Manu Daza, que no perdonaba la asistencia para conseguir el 1-3 de disparo colocado.

El Melistar no dejó de pelear en busca de volver a ajustar el marcador, y pudo conseguirlo en otro libre directo ejecutado por Kuman, pero la pelota se marchó muy cerca del palo derecho de la portería defendida por Buba. Hernández volvía a poner la réplica con un trallazo desde más de 30 metros que se marchaba muy cerca del travesaño. El resto, hasta el final, fue un querer y no poder de los locales ante un rival que se defendió con orden.