Tarde o temprano la victoria tenía que llegar y llegó. Por fin, el representante melillense en la tercera división ve recompensado el esfuerzo que ha venido realizando desde el inicio del curso. El primer triunfo del curso no llegó precisamente en uno de los mejores partidos del conjunto azulón, pero esta vez el fútbol sí fue benévolo y devolvió al Melistar lo que en otros partidos le quitó.
El equipo melillense tuvo en su portero a su 'Ángel de la Guarda'. El arquero azulón Ángel, que debutaba en la jornada de ayer en ausencia de Jesús por motivos familiares, se convirtió en el auténtico protagonista del partido. El meta melillense lo paró prácticamente todo para desesperación del Torremolinos.
La victoria se ha hecho de rogar. Ha llegado justo cuando acaba la primera vuelta y la competición se toma un respiro con motivo de la Navidad. Es un buen momento para analizar, valorar y no tomar decisiones en caliente. Queda toda una segunda vuelta por delante para seguir disfrutando del fútbol en una categoría que se suele echar de menos cuando no se está en ella.
La primera mitad resultó muy igualada y entretenida entre dos equipos que demostraron que su situación en la tabla no es casualidad. Ambos afrontaban la cita con la necesidad de romper la mala dinámica en la que están inmerso y eso se notaba en exceso a la hora de hilvanar jugadas que dieran continuidad al juego. Pronto se le pondría de cara el encuentro al equipo que dirige Felipe Sánchez, que ayer volvía a encarar un compromiso liguero muy mermado de efectivos. No se había cumplido el minuto 5 de partido cuando el meta visitante Ávila fallaba a la hora de despejar un disparo desde la frontal del área de Cassano y Salvi, en boca de gol, cabeceaba a placer al fondo de las mallas del portal visitante. El gol daba confianza al conjunto azulón a la hora de mantener la concentración y el orden para neutralizar la ofensiva del Torremolinos, que con el paso del tiempo pasó a hacerse con el dominio del juego. Así, al filo del minuto diez del primer acto Fernando cabeceaba fuera un centro desde la izquierda de Miguelito.
Cerca del ecuador del primer tiempo el meta local Ángel se empleaba a fondo para salvar un gol cantado en un lanzamiento directo de Amaya desde la corona del área; y casi a renglón seguido un centro desde la derecha llegaba a los dominios de Ibón, que enganchaba una tremenda volea a la que Ángel volvía a responder con una manopla de oro para desviar a córner y mantener intacta la ventaja de su equipo en el marcador.
La cosa no quedaba ahí, y, poco después, Amaya pudo establecer la igualada en otro lanzamiento de falta directa al que de nuevo Ángel respondía con un paradón para evitar el tanto. La escuadra andaluza, casi al borde de un ataque de nervios, no desistía en su intento de alcanzar el intermedio con tablas en el electrónico y a cinco del descanso aprovechaba un momento de desconcierto de la zaga local para sorprenderla al sacar una falta de manera rápida cerca del área en la que Ibón se quedaba solo ante el portero y armaba un potente disparo que se marchaba alto. Tras el paso por los vestuarios el panorama apenas variaba. El Melistar seguía defendiendo con orden ante un Juventud de Torremolinos que no estaba dispuesta a marcharse de Melilla con la mochila vacía. Así, un balón colgado al área por Argüello, lo controlaba Ibón para plantarse ante Ángel, pero una vez más el meta melillense le ganaba la partida al delantero blanquiverde, esta vez con el pie. Tan solo tres minutos después otra vez Ángel salvaba los muebles a su equipo al despejar a córner una pelota que se colaba por la escuadra derecha de su portería a disparo de Chiquero.
Cassano, al filo de la hora de juego, ponía la réplica con una bonita acción al cabecear en plancha un centro desde el flanco derecho de Sidi, pero la pelota se estrellaba en el cuerpo de un defensor andaluz. El empate visitante llegaría poco después en una acción a balón parado en la que el esférico llegaba a los dominios de Ibón, que esta vez no perdonaba y de disparo cruzado enviaba el cuero al fondo de la red.
Los verdiblancos pudieron incluso completar la remontada si una vez más el arquero azulón Ángel no hubiera tenido el 'Santo' de cara. Pero cuando peor se presentaba el panorama para los de Felipe Sánchez, una buena acción ofensiva local iniciada por Josélu y continuada por Moha acababa con el jugador azulón por los suelos tras una entrada por detrás de Argüello, que costaba la segunda amarilla y la consiguiente expulsión al veterano central verdiblanco. Joselú, de manera magistral, con un disparo preciso y colocado por encima de la barrera, limpiaba las telarañas de la escuadra derecha del portal defendido por Ávila. Un auténtico golazo celebrado con rabia por el '9' azulón que llevaba la alegría tanto a sus compañeros como a la grada, y que significaba la primera victoria del curso justo cuando la competición se toma un descanso hasta el próximo 7 de enero de 2018.
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