Los melillenses apelan a la prudencia y a la responsabilidad en el primer día en que se flexibiliza el uso de las mascarillas al aire libre. Unos aprovechaban las zonas donde había poca concurrencia de personas para retirárselas del rostro mientras que otros esperarán un tiempo más para quitárselas.
Miguel caminaba por el Paseo Marítimo sin mascarilla. Ya tiene la pauta de la vacuna completa y disfrutaba de andar al aire libre.
Al no portar la mascarilla en el rostro explicó que suele andar alejado de las personas, como medida de prevención, manteniendo el metro y medio de distancia. Señaló que entre la ciudadanía puede existir cierto temor a dejar la mascarilla a la vez que reconoce el avance en la vacunación.
Para él, comenzar a ver nuevamente sonrisas y rostros en la calle es un aire para la vuelta a la “normalidad”.
Por su parte, Rosa salió a pasear a su perrito. Al no haber muchas personas a su alrededor y manteniendo la distancia se quitó la mascarilla. Dijo que sintió “un poquito de sensación de libertad, un poquito el aire en la cara que ya hacía falta, una chispita. Cuando ya vemos que nos cruzamos con gente, como evidentemente la llevamos encima, nos la volvemos a poner”.
Para ella, volver a ver los rostros de la personas “es una alegría”. Aunque no portaba la mascarilla en la cara, la tenía consigo para usarla de ser necesario. Aboga por la prudencia y la responsabilidad ciudadana para no dar pasos atrás.
José Luis también caminó por el paseo marítimo sin mascarilla, aunque la cargaba consigo. Para él es una buena noticia la flexibilización del uso de la mascarilla al aire libre porque “he ido siempre agobiado con ella, entonces ya era hora”.
Jose, por su parte, ve positiva la medida, sobre todo en verano, cuando arrecia el calor. “Cuando hay gente o hay movimientos de gente suelo ponérmela porque sigo pensando que hay que seguir con la prevención”.
El mensaje de la prevención y la prudencia se repetía entre los melillenses para no dar marcha atrás en el avance de la lucha contra la pandemia.
Tanto en las calles del centro como en el Paseo Marítimo predominaban las personas que cubrían su rostro con la mascarilla como medida de prevención, pero también había muchos que se la quitaron y afirmaron sentir cierta “libertad” después de que su uso se hizo obligatorio hace más de un año.
Erick tiene claro que no se quitará la mascarilla en un tiempo, pese a la flexibilización de la norma. “Yo no me voy a quitar la mascarilla hasta que pase cierto tiempo porque aunque termine esto de llevar la mascarilla en público, sigue siendo un tema complicado porque todo el mundo va a seguir llevando mascarilla o no, la gente sale a donde sea. Yo tengo ciertos amigos que ayer se fueron por allí y hoy por ejemplo no llevarán mascarilla”. Aún no está vacunado, así que aboga por la prudencia y la responsabilidad para salir de la pandemia.
Laura fue a la playa y al acercarse al Paseo Marítimo se colocó la mascarilla. “Yo seguiré usándola. Mientras no se pueda cumplir la distancia de seguridad seguiremos poniéndonosla. Yo estoy vacunada. Tengo las dos dosis pero hay que tener precaución, sobre todo por nuestros mayores”, dijo.
No solo recordó a los mayores, también a los más pequeños, los niños, que cree lo han pasado mal durante todos estos meses que se ha vivido en pandemia.
Por su parte el consejero de Políticas Sociales, Mohamed Mohand, hizo un llamamiento a la prudencia y a la responsabilidad en la flexibilización de medidas, y recuerda que aún no ha finalizado la pandemia del coronavirus.
Al ver a las personas caminar por el Paseo Marítimo notó que muchos portaban la mascarilla y cree que parte de la ciudadanía se ha acostumbrado a ella, mientras que otros manteniendo las distancias se las quitaban.
Mohand anima a la ciudadanía a seguir usando la mascarilla en espacios interiores y en exteriores donde no se cumpla la distancia de seguridad y asevera que “la pandemia no ha terminado, no hemos terminado de derrotar al virus. Tenemos que ser conscientes de esto. Tenemos herramientas muy fuertes en la lucha contra el mismo pero tenemos que seguir manteniendo determinadas medidas de acuerdo con el principio de prudencia”.
Este sábado es el primer día en que la mascarilla deja de ser obligatoria en exteriores y al aire libre. Sin embargo, Mohand recuerda que de no poder mantenerse la distancia de 1,5 metros de otras personas hay que llevarla puesta.
Aunque se flexibilice el uso de la mascarilla en exteriores, quienes no la tenían puesta la llevaban consigo. Todos abogan por la prevención y la prudencia para volver a la normalidad sin dar pasos atrás.
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