Los últimos datos publicados en la Encuesta de Condiciones de Vida, realizada en el último cuatrimestre del 2019 por el INE, indica que un 38,5% de los melillenses en en riesgo de pobreza o exclusión social (tasa AROPE) y que un 35,7% está por debajo del umbral de la pobreza.
Los datos también indican que un 32,3% no pueden irse de vacaciones fuera al menos una semana al año, que un 38,4% no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos. En relación a pagos, un 7,4% tiene retrasos en los pagos relacionados con la vivienda principal y un 10,8% tiene mucha dificultad para llegar a fin de mes. Otro dato que aporta el INE es el ingreso medio por persona, que en Melilla da una cifra de 11.733 euros.
En Ceuta, la tasa AROPE es del 45,9% y la de riesgo de pobreza de un 35,7%.
A nivel nacional, los ingresos medios anuales más elevados (en 2018) se dieron en País Vasco (15.300 euros por persona), Comunidad de Madrid (14.199) y Comunidad Foral de Navarra (13.937). Por su parte, los ingresos medios anuales más bajos se registraron en Extremadura (8.796 euros por persona), Región de Murcia (8.956) y Andalucía (9.160).
En cuanto a las tasas riesgo AROPE, de riesgo de pobreza o exclusión social, las más elevadas se dieron en Extremadura (37,7%), Andalucía (37,7%) y Canarias (35,0%).
Por su parte, Comunidad Foral de Navarra (11,7%) y País Vasco (14,4%) presentaron las tasas de riesgo de pobreza o exclusión social más bajas.
Respecto a las tasas de riesgo de pobreza, las más elevadas se dieron en Extremadura (31,5%), Andalucía (31,3%) y Canarias (28,5%).
Por su parte, Comunidad Foral de Navarra (7,7%) y País Vasco (10,0%) presentaron las tasas de riesgo de pobreza más baja.
Así pues, uno de cada cuatro españoles, el 25,3 %, estaba en 2019 en riesgo de pobreza o exclusión social frente al 26,1 % del año anterior, una situación que se ha agravado en el caso de los menores de 16 años y que ya afecta al 30,1 % de ellos.
Asimismo, el 46,8 % de las personas que vivían en hogares formados por un adulto con niños dependientes a cargo se situaban en riesgo de pobreza o exclusión social en 2019. Las menores tasas se daban en los hogares sin niños dependientes.
En relación con la actividad laboral, el 56,9 % de los parados estaba en riesgo de pobreza o exclusión social, frente al 15,3% de los ocupados y el 14,0 % de los jubilados.