Los melillenses pagan más del doble por la verdura tras el cierre de la frontera

El precio de la verdura y la fruta ha aumentado más del doble después del cierre de la frontera con Marruecos en marzo de 2020. Abderrahim Mohamed, uno de los dueños de un autoservicio ubicado en el Barrio Obrero, explica que el aumento de los precios es “exagerado. Un 60 por ciento, tranquilamente. Llega todo muy caro de la península".

Dice que el aumento de precios lo ha notado desde marzo de 2020. "Con el cierre de la frontera se nota mucho. Por ejemplo, la verdura de Marruecos llegaba aquí mucho más barata, mucho más asequible.

El tomate, pimiento, calabacín, pepino, judías verdes, coliflor, alcachofas, entre otros, han sufrido el incremento, pero tampoco deja de lado la fruta.

Productos tan básicos como el tomate puede ser considerados “como un lujo” en la ciudad, porque el melillense no está acostumbrado a pagarlo caro. "Es un lujo, de verdad. Nosotros no estamos acostumbrados a pagar ese precio aquí en Melilla. Con la frontera cerrada antes lo traíamos mucho más barato de Marruecos".

Y agrega que el tomate cuesta el doble que hace un año y medio y lo vende a 1,20 euros el kilo. Pero señala que incluso ha estado más caro, “hay veces que ha llegado a estar a 1,10 a 1,20 euros al por mayor. Y ahora nos cuesta 0,90 euros y está barato”.

Con el cierre de la frontera con Marruecos, la fruta y la verdura ha dejado de venir del vecino país para llegar a Melilla desde la península. Mohamed cree que el pago del transporte en barco puede ser uno de los factores para que aumente el precio de la fruta y la verdura.

Menos margen de ganancia

Los comerciantes también se han visto afectados por el incremento de los precios porque han tenido que reducir el margen de ganancias para seguir ofreciendo el producto y los consumidores lo compren.

Muchos consumidores, dice Mohamed, se que han por el precio de la fruta y la verdura. "Y es verdad, es normal. Antes una compra uno llenaba una bolsa con 12 o 14 euros y ahora te hacen falta 25 euros, 28 euros para llenar dos bolsitas".

Variación de precios

Por su parte Abderrahim El Boutaybi, propietario de un autoservicio de Melilla, explica a El Faro que desde que cerró la frontera en marzo de 2020 hay fruta que ha duplicado su precio. Ejemplifica que la mandarina "cuando era de Marruecos, como muy cara la vendíamos a 0,60 o 0,70 euros y ahora a 1,80 porque nos cuesta más caro desde Málaga, a uno y pico".

Afirma que las patatas y las naranjas no han variado mucho de precio en el último año y medio pero "los pimientos, la berenjena, la alcachofa se ha disparado de precio. Está carísima. De 1,20 o 1,30 que valía de Marruecos y la estamos vendiendo el 3,20 porque nos cuesta a 2,85 euros al por mayor".

El Boutaybi coincide con Mohamed en que la judía verde y el tomate han subido mucho de precio y detalla que antes "les costaba 45 o 50 céntimos y lo vendíamos a 70 céntimos y ahora nos cuesta 1,25 desde Málaga y ahora nos cuesta 1,25 desde Málaga y lo vendemos a 1,40. No le ganamos nada, pero hay que tenerlo".

Asevera que este año han vendido "muy cara la sandía", a 70 céntimos y 80 céntimos "cuando en Marruecos costaba a 20, 25 o 30 céntimos.

Al consultarle sobre la reacción de los consumidores ante los precios, afirma que la "gente ya está acostumbrada de que el producto de la península vale mucho más caro" y señala que, sobre todo, al principio, "les costaba un poquito comprar las cosas, pero ahora ya están acostumbrado con los precios de ahora".

Con el incremento de precios también han cambiado algunas costumbres. El Boutaybi menciona que antes, cuando un cliente les hacía una compra de 10 o 20 euros, "les echábamos un manojo" de yerbabuena y de perejil de regalo porque les costaba 10 céntimos, "pero ahora nos cuesta un euro al por mayor y entonces ahora al cliente no se le puede regalar porque si tu le regalas un euro a un cliente, ya has perdido dinero".

Reitera que los productos de la península son mucho más caros que los que provienen de Marruecos.

En octubre de este año la inflación repuntó con fuerza en todas las comunidades autónomas y en Melilla subió hasta el 5,9%. Solo Canarias resistió por debajo del 5 por ciento.