La subida de los precios sigue afectando a los melillenses en la cesta de la compra. El Faro ha salido a la calle para ver cómo sus ciudadanos están llevando esta situación que, según algunos, se está alargando en el tiempo y esperan salir pronto de ella. Pero, sin dudas, aseguran que en Melilla no para de subir todo, "menos las pagas".
Pescado, carne, frutas y verduras se han encarecido desde hace meses. Ahora recientemente también se le han unido las energías, los transportes y hasta el alquiler. Una situación que para muchos se está volviendo insostenible y no lo están llevando nada bien en casa.
Melillenses coinciden en que los precios “están por las nubes” y que está todo “carísimo”, mucho más que antes. Para muchos de ellos está costando sobrellevar esta situación, sobre todo en aquellas familias que dependen de un solo sueldo y el mes de septiembre (con la vuelta a las clases para muchas de ellas) se les está haciendo más duro de lo que suele ser habitual.
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) la cesta de la compra en 2022 ha subido hasta un 15,2%, asegurando que es de las mayores subidas producidas en los 34 años que llevan realizando este tipo de estudios. Todo a causa de la inflación que ha tenido lugar este año.
En Melilla, mientras tanto, algunos cuentan que a pesar de la subida de los precios que se ha experimentado en los productos básicos de alimentación, no han reducido su compra y que prefieren recortar en otras cosas para ahorrar.
Es el caso de Maria Jesus y Chiqui, un matrimonio jubilado que, aunque han notado que todo está más caro, continúan comprando de la misma manera. Apuntan que lo que más se ha encarecido, evidentemente, es el pescado y que han pasado a comprarlo un par de veces por semana, concretamente los miércoles y viernes que es cuando llega fresco.
También aseguran que están viendo cómo sube el pollo o el solomillo, pero que poco se puede hacer y que lo único que queda es esperar a que esta mala racha pase pronto. De todas maneras, “hay que seguir consumiendo”.
Rafael es otro melillense que opina igual que este matrimonio. Su consumo no se ha visto reducido por la subida de precios, tampoco ha variado su dieta. “Normalmente compro pescado para hacer a la plancha y sigo comprando el mismo”, dice.
Afirma que prefiere quitarse de “otras cosas”, como salir a comer fuera en restaurantes, y así mantener en casa la misma dieta de siempre. Aunque espera, como María Jesús y Chiqui, que esta situación no dure mucho tiempo.
Otros ciudadanos confirman que el pescado es donde más se nota la subida de precios, sin lugar a dudas. Se quejan de que ahora ha subido prácticamente el doble que hace unos meses y la calidad también se ha visto afectada.
Algunos están optando por comprarlo congelado porque es más barato. También están aquellos que han reducido tanto su consumo, que a penas lo comen como antes.
Junto al pescado, la leche, el pollo y el arroz son de los productos que han continuado subiendo durante el verano. Raquel, una madre que pasea con su hija de poco meses de edad, asegura que el cartón de leche antes le costaba 0,69 céntimos y que ahora, sin embargo, le cuesta 1 euro.
La cocina de aprovechamiento está a la orden del día. Para evitar desperdiciar la comida, se aprovechan las sobras de alguna receta para hacer otros platos.
Ahora, con el encarecimiento de todos los productos de alimentación, no se puede tirar nada a la basura. Los melillenses que han hablado con El Faro cuentan que aprovechan toda la comida: bien la utilizan para otros platos o la guardan y congelan para otro día.
Por este motivo, a la hora de cocinar cuentan que “se hace lo justo y necesario” para intentar que no sobre nada. Y en el caso de que esto ocurra, se congela para no desperdiciar nada.
"Siempre tiramos menos comida, esté el tiempo bien o mal. Eso de tirar, como que no, y en estos tiempos menos. Nosotros aprovechamos lo que se pueda", afirma Sala, que estaba comprando algo de pescado en el Mercado Central.
A pesar de todo, algunos melillenses coinciden de manera rotunda en una cosa: en la ciudad no para de subir todo, “menos las pagas”. Una afirmación que muchos ciudadanos han repetido a El Faro en reiteradas ocasiones.
Se quejan de que las nóminas “están congeladas” y que deberían también ponerse a la misma altura de los precios. La Guerra de Ucrania, la subida del IPC o el aumento en los precios del combustible, luz y gas son algunos de las factores que han provocado esta situación y que están asfixiando a muchas familias, no solo en Melilla, sino también en el resto de España.
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