Las manifestaciones realizadas la pasada semana por el consejero de Fomento de la Ciudad Autónoma de Ceuta fueron rectificadas ayer por el presidente ceutí, en unas declaraciones que publica hoy mismo este medio. Estaba claro, y así ya lo expresó Daniel Conesa, que las palabras de Guillermo Martínez habían sido un error, fruto de una acción no meditada y seguramente, sin mala intención. Hoy ratifica esta impresión el presidente ceutí Juan Vivas, quien no ha dudado en alabar el trabajo realizado por Juan José Imbroda y por sus gobiernos durante estos años de mandato.
Evidentemente Melilla y Ceuta son diferentes, eso lo saben los ciudadanos de allí y de aquí, a pesar de que en muchas ocasiones, incluso la propia Administración central, nos meta en el mismo saco –ejemplo: la deuda de 300 millones que atribuye a ambas ciudades sin discernir qué cantidad ha generado cada una de ellas y que a la postre ha sido la causa de este roce entre gobiernos autonómicos–.
Melilla ha crecido en equipamientos, infraestructuras y servicios igual que lo ha hecho Ceuta, cada una a su estilo y forma y siempre en la medida de sus posibilidades y al antojo de sus gobiernos. Eso, al margen de que ahora lo señale Vivas, es algo que salta a la vista; como también que no tiene ningún sentido enfrascarse en un cruce de declaraciones cuando ambas tienen que ir de la mano para conseguir asuntos comunes que redundarán en beneficio de melillenses y ceutíes.
Luego, con esos logros, que cada una haga lo que quiera. Pero de momento, ya saben del dicho: “la unión hace la fuerza”.