Albacete y La Coruña son los lugares donde más le cuesta al espectador ver una película.
Albacete vuelve a estar a la cabeza de los cines más caros de España, aunque esta ocasión ocupa el primer puesto junto a Oviedo y La Coruña. Acudir a una sala en estas tres ciudades cuesta unos 7,5 euros de media en un día laboral, mientras que la media nacional se sitúa en 6,52 euros. Los cines más baratos de España están en Granada, donde una entrada cuesta 4,5 euros en día laborable, seguido de Melilla, Almería y Córdoba.
En el día del espectador, a pesar de los descuentos que se ofrecen, Albacete también se encuentra a la cabeza con el precio más caro, seis euros, junto a Toledo, Pontevedra, Oviedo y Orense. La diferencia con otros cines llega a superar el 115%, ya que en Valladolid las entradas de este día cuestan tan sólo tres euros.
Son datos del último estudio realizado por Facua-Consumidores en Acción, que han analizado los precios de 138 cines en las 52 capitales de provincia españolas. Además, el estudio expone que el cine ha subido un 36% en los últimos siete años, casi diecisiete puntos por encima del IPC. Si se compara el precio de una entrada de cine en días laborables a finales del último año, se obtiene una media de 6,52 euros frente a los 4,80 de 2004. El IPC entre los meses de noviembre de 2004 y 2011 aumentó un 19,4%.
Facua también denuncia la imposición ilegal que establecen muchos cines de entrar en las salas exclusivamente con bebidas o alimentos adquiridos en el interior de sus recintos, cuyos elevados precios llegan a ser, en el caso de los refrescos, hasta cinco veces más caros que en otros establecimientos.
Las denuncias
Otra crítica es que numerosos cines no cuentan con un buen aislamiento acústico entre sus salas o con respecto al exterior. Asimismo, una queja frecuente de los consumidores es que las primeras filas de muchos cines están extremadamente cerca de la pantalla, lo que supone tanto incomodidad como la pérdida de calidad en el visionado de la película.
Facua pone de manifiesto que en muchos multicines, la falta de operarios suficientes para controlar las proyecciones hace que sean los espectadores quienes tengan que avisar cuando se produce una avería y la película se para, se queda sin sonido o imagen o su calidad es deficiente. Por otro lado, la organización indica que los usuarios también deben exigir que las salas, al igual que los lavabos, se limpien entre cada sesión.
También hay protestas en cuanto a la falta de puntualidad en el comienzo de la película con respecto a la hora indicada en la entrada, debido a la inclusión de una cantidad excesiva de publicidad en ciertas salas.
Asimismo, los espectadores se llevan sorpresas desagradables en ciertos multicines cuyas salas tienen grandes diferencias en el tamaño de las pantallas, exhibiéndose en algunos casos las producciones en auténticas cajas de cerillas. Así, Facua recomienda a los usuarios que soliciten información antes de comprar la entrada sobre las dimensiones de las pantallas.