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Melilla, un proyecto de todos

LOS partidos políticos con representación en la Asamblea debaten esta mañana en un pleno extraordinario sobre la aprobación de una declaración institucional que apoye la candidatura de Melilla a conseguir el título de ciudad Patrimonio de la Humanidad.

La vicepresidenta Cristina Rivas no dirigirá la sesión de hoy porque es la encargada de llevar a cabo este proyecto y se sentará en un escaño junto a sus compañeros de partido para tratar de convencer a los diputados de la oposición de la conveniencia de aprobar dicha declaración.
El pleno de esta mañana es importante no sólo por el proyecto en sí que se quiere poner en marcha sino porque también servirá para comprobar si nuestros representantes políticos son capaces de ponerse de acuerdo en un asunto que afecta a la ciudad en su conjunto, que requiere el esfuerzo de todos y que puede ser importante para nuestro futuro.
Este consenso que busca hoy Cristina Rivas no ha sido posible en otros temas igual de trascendentes. No ha habido acuerdo en asuntos relacionados con el transporte, con la economía, en la posición oficial frente a hechos protagonizados por el país vecino, ante la inmigración ilegal... Nuestros políticos han perdido un buen puñado de ocasiones de consensuar una postura común en asuntos importantes que nos afectaban a todos. Hoy quizá volvamos a asistir a un nuevo capítulo de ese constante desencuentro, a un nuevo intento meramente formal de acuerdo, a una mano que se tiende con el convencimiento de que va a ser rechazada o de que no va a poder ser estrechada.
Si la propuesta que defenderá esta mañana Cristina Rivas no sale adelante con el apoyo de todos, no tiene sentido seguir adelante con ella. Se trata de un proyecto que hay que ejecutar con convencimiento a lo largo de varios años, por lo que el actual Gobierno, a lo sumo, sólo podrá iniciarlo. Deberá tomar el testigo otro Ejecutivo del mismo color político, formado por quienes hoy están en la oposición o, incluso, por formaciones que esta mañana no participarán en el debate porque no tienen representación en la Asamblea. Por eso es tan importante el consenso si se quiere tener alguna posibilidad de llevarlo a buen puerto.
Hoy veremos cómo discurre el debate. En los plenos de los últimos años se ha echado en falta el consenso en asuntos importantes, pero ha sido más clamoroso aún el desinterés por intentar llegar a acuerdos. Si esta mañana cambia la tendencia, sólo puede ser para mejor porque Melilla es un proyecto que si quiere cosechar algún éxito, debe ser un proyecto de todos.

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