La Consejería de Medio Ambiente invertirá unos 4 millones de euros para mejorar el abastecimiento de agua y otros 1,59 millones de euros para la automatización y control de la red de agua. Esto es solo una parte de la financiación que contará la ciudad para temas relacionados con el abastecimiento de agua.
Así se incluye en el convenio firmado por la Secretaría de Estado de Medio Ambiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico; la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y la Ciudad Autónoma de Melilla para la ejecución y posterior cesión del uso, explotación y mantenimiento del sistema de abastecimiento de agua de la ciudad. Éste fue uno de los documentos que se analizaron el Consejo de Gobierno del pasado 18 de diciembre en una sesión extraordinaria y que fue aprobado por el mismo.
Este convenio recoge los compromisos que asume cada una de estas instituciones, que suman entre todas, más de 34 millones de euros. En cuanto a la Ciudad, se encargará de realizar la segunda parte de la Fase 2 de la mejora del abastecimiento de Melilla, así como la automatización y control de la red de abastecimiento.
A ese primer proyecto destinará 4.039.609 euros, de los que el 80% de la financiación está vinculada a Fondos Feder y el 20% restante lo aporta la Consejería de Medio Ambiente. La inversión es de 70.000 euros durante el 2020; 2,55 millones en este año; y 1.419.609 euros para 2022.
Otra de las actuaciones que asume Melilla es la automatización y control de la red de abastecimiento de la ciudad con un presupuesto total de 1.590.746 euros, siendo un 80% del total financiado con Fondos Feder. En el año 2020 se destinaron 30.000 euros; este año hay 1 millón de euros; y para el próximo son 560.746 euros.
Si la Ciudad se encarga de la segunda parte de la Fase 2 de reforma del abastecimiento, es la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) la que ejecutará la primera parte con un presupuesto de 8.668.080 euros, de los que hay 8,4 millones para la obra y el resto son para la asistencia técnica en la dirección de obra. El 87% de la actuación está cubierta con los presupuestos de la CHG y el resto son de Fondos Feder. En el 2020 se aportaron 150.000 euros; este año será de 3,725 millones; y para 2020 serán 4.793.080 millones de euros.
La desaladora
Otro de los proyectos a los que se compromete la CHG es la ampliación de la instalación de desalinización de agua de mar con un presupuesto total de 18.298.616 euros, siendo 17,525.008 euros de la obra en sí y el resto, de la asistencia técnica a la dirección de obra. El 40% de la inversión la aporta la Confederación y el 60% lo hace con Fondos Feder.
Será este año cuando se vea más acelerada la obra, ya que el pasado 2020 se hizo una inversión de 3 millones de euros; éste será de 11 millones; y para 2022 son 4.298.616 euros.
Y, por último, el Ministerio de Transición Ecológica, a través de la Dirección General del Agua, se hará cargo de la ejecución de la nueva línea eléctrica para el suministro de energía a las instalaciones de abastecimiento con un presupuesto de 1,456 millones d euros, de los que 1,4 millones irán para la obra y el resto para la asistencia técnica a la dirección de obra. Son 100.000 euros los que se invirtieron el pasado año; 1,2 millones se hará en este 2021; y para el que viene son 156.000 euros.
El acuerdo entre las tres instituciones estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2023, un plazo que se prevé el necesario para hacer todas las inversiones recogidas en este documento y hay posibilidad de prorrogar el mismo cuatro años más.
Desaladora ¿Por qué se necesita ampliar estas instalaciones de forma urgente?
En el acuerdo firmado por la Ciudad, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y el Ministerio de Transición Ecológica se indica por qué es necesario no solo ampliar la desaladora, sino también el resto de las obras de mejora del abastecimiento de agua o la creación de una línea eléctrica nueva.
La desalinizadora de Melilla se encuentra en explotación desde el año 2007. Es el principal recurso de abastecimiento de la ciudad, aportando más del 60% de la totalidad de la demanda de agua requerida. Hasta ese momento, la ciudad se abastecía de más de una veintena de pozos subterráneos repartidos por diferentes puntos de la localidad.
En estas captaciones subterráneas se extrae el agua desde una gran profundidad, lo que supone que el sistema de sondeo de agua sea caro y eleva los costes de la explotación y el mantenimiento de los diferentes bombeos que se necesitan para la extracción y posterior distribución. Además, la excesiva explotación de los pozos ocasiona una alta
salinidad del agua captada. Por ello, la construcción de la desalinizadora permitió mejorar, no sólo la calidad del agua, sino el coste de obtención de la misma.
No obstante, dado el tiempo transcurrido y el incremento de población de un 24,86% en los últimos 12 años, a lo que se añade una importante población flotante no censada, las necesidades de abastecimiento de Melilla hacen necesaria la ejecución de
un conjunto de actuaciones que permitirán garantizar el adecuado sistema de abastecimiento a sus ciudadanos. Es preciso ampliar la desaladora existente, construir una línea eléctrica independiente para el suministro de energía de las instalaciones de abastecimiento y ejecutar las obras necesarias para poner en marcha la segunda fase de
la mejora de la red de abastecimiento de la ciudad.