Esta Semana Santa ha estado marcada por la falta de portadores y por las inclemencias meteorológicas. La Plaza de España volvió ayer a ser el punto de reunión de cientos de ciudadanos para celebrar el encuentro entre los tronos de Nuestra Señora María Santísima del Rocío y del Santísimo Cristo Resucitado, el acto final de esta Semana Santa melillense marcada, un año más, por las inclemencias del tiempo y también por la falta de portadores.
Sin embargo, ninguna de estas dos circunstancias concurrieron ayer en la fiesta de la Resurrección cristiana. El buen tiempo quiso unirse a la fiesta para asistir al momento culminante de la Semana Santa y tampoco hubo problemas de portadores en ninguno de los dos tronos, el del Rocío, de la cofradía de El Cautivo, con 130 portadores y el del Resucitado, de la Agrupación de Cofradías, con 110, que se custodia en la casa hermandad de la cofradía de Batería Jota.
Los hermanos mayores de todas las cofradías, junto al presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, y el vicario episcopal, Roberto Rojo Aguado, participaron activamente del momento culminante de la Semana Santa, que de nuevo volvió a hermanar a los portadores de ambas imágenes, y un año más cumplieron con la tradición de intercambiar los tronos para alzarlos al cielo, entre los aplausos y los ‘vivas’ sucesivos del público asistente.
Durante más de quince minutos, las imágenes se acercaron, se bajó a la Virgen a los pies del Cristo, se alzó al Resucitado en señal de júbilo y se levantaron ambos al unísono, todo entre los aplausos y la satisfacción de todo el público concurrente.
No faltaron tampoco las bendiciones de bebés y niños pequeños en ofrenda a la Virgen.
Tras el ‘Encuentro’, que en esta ocasión se produjo con casi una hora de retraso, las procesiones emprendieron su recorrido por la avenida Juan Carlos I Rey, en primer término la imagen del Resucitado, precedido de ‘La Blanca Paloma’.
Las bandas de las dos hermandades, la del Cristo Flagelado bajo la dirección de Pedro Pomares, y la del Cautivo, bajo la dirección de Sergio López Rodríguez y Javier Corneia, se encargaron de aportar la música en este día de hermanamiento y alegría.
Acorde con el carácter de gloria de la procesión de ayer, las manolas o mujeres que debidamente engalanadas anticipan la marcha de los pasos procesionales, no portaron en ningún caso mantillas negras. Todas vestían hermosas mantillas blancas, en la mayoría de los casos combinadas con trajes oscuros.
Tradiciones
Previo a ello, ambos tronos habían cumplido con la tradición de todos los años. El Cristo del Resucitado recorrió el callejón que sólo hace dos días lo había hecho La Soledad. De nuevo, muchos ciudadanos que concentraron entorno a este momento y volvieron a entonar los gritos de alegría y los 'vivas' en nombre del Señor.
También hubo ocasión para que algunos vecinos, apostados en sus balcones, lanzaron flores al paso del Cristo.
Por su parte, la Virgen del Rocío también cumplió con su parada tradicional en el Centro Asistencial, para acercar a los mayores el final de esta Semana Santa. Allí, los internos, como ya lo hicieron el pasado Jueves Santo con la imagen del Cautivo, rezaron a la Virgen, le declamaron poemas y participaron del rezo cristiano.
Más tarde, ya cerca de la casa hermandad, la virgen del Rocío hizo una nueva parada, esta vez frente al hospital Comarcal, en homenaje a todos los enfermos y como acto de despedida hasta el próximo año.
Colofón
Con la recogida del Resucitado alrededor de las 17:00 horas y del Rocío algo más tarde, casi dos horas después, se puso ayer el punto final a una Semana Santa que este año se ha visto alterada por las inclemencias meteorológicas que, por ejemplo, en la jornada del Jueves Santo, como ya ocurriera el año pasado, impidieron la salida de la procesión de Batería Jota, si bien, este año, a diferencia del pasado, el Cristo del Flagelado al menos realizó unos pocos pasos fuera de su casa hermandad.
Ésta ha sido, realmente, la cofradía que peor suerte ha tenido, pues junto a las circunstancias meteorológicas, también ha sufrido la falta de portadores, un hecho que ya incluso antes del comienzo de la Semana de Pasión obligó a la cofradía a tomar decisiones importantes.
Entre otras, se acordó reducir el peso de los tronos para que todas las imágenes pudieran realizar su estación de penitencia. Así, el Domingo de Ramos, el trono de la Pollinica lució con menos imágenes que en otras ocasiones, ya que ni San Juan Evangelista ni la mujer hebrea ni una pollina acompañaron al Cristo en su procesión por las calles melillenses.
Tampoco en esta jornada procesionó la Nuestra Señora de Gracia y Esperanza, que pese a haber reducido su peso con la retirada de los arbotantes de la cola, no tenía el número suficiente de portadores para poder hacer el recorrido.
Por tanto, de los cinco tronos que saca la cofradía de Batería Jota a la calle, en esta Semana Santa sólo ha puesto dos. La Pollinica el Domingo de Ramos y el Resucitado, el Domingo de Resurrección, una imagen de la que es titular de la Agrupación de Cofradías, pero que se custodia en la casa hermandad de Batería Jota.
También volvieron a tropezar este año con las inclemencias meteorológicas la cofradía del Cautivo, que tuvo que hacer varias paradas no previstas para proteger sus imágenes de la lluvia que el Jueves Santo cayó sobre Melilla.
La tromba fuerte pilló a los tronos cerca de la plaza de toros, en su camino de ida hacia la carrera oficial, lo que permitió a los portadores resguardar las imágenes bajo techo, a pesar de que ya había sido protegidas por los plásticos que los hermanos llevaban en previsión de los pronósticos de lluvia.
Camino de vuelta a su casa hermandad, de nuevo la intensa lluvia obligó a las dos imágenes a protegerse, en esta ocasión bajo los techos de la gasolinera del puente de Triana.
Fue una jornada dura para los portadores del Cautivo y del Rocío, que tuvieron que soportar, en un recorrido de casi 14 horas, la lluvia constante y en al menos dos ocasiones, con cierta intensidad.
De esta jornada lluviosa de Jueves Santo sólo se salvó la cofradía de la Soledad, pues el recorrido de su estación de penitencia se produjo precisamente en ese intervalo donde la lluvia dio algo de tregua.
El resto de cofradías, con más o menos portadores, han sacado a sus respectivas imágenes en procesión.