ara celebrar el Año Nuevo Amazigh, Yennayer 2970, en el Museo de las Peñuelas hay una exposición que muestra las joyas amazigh que el organismo tenía guardadas en su posesión. La consejera de Educación, Cultura, Festejos e Igualdad, Elena Fernández Treviño, acudió a la inauguración de la exposición. “Se han habilitado otras vitrinas y hemos sacado joyas que pertenecen a la propia ciudad”, explicó Fernández. Esta contó que no conocían la cantidad que tenía el museo, que posee un fondo de joyería bastante grande.
La encargada de restaurarlas y limpiarlas para que luzcan ha sido Vanesa Martínez, que tuvo que desmontar algunas de las piezas para tratarlas por la cantidad de detalles que tienen algunas de ellas. La consejera declaró que tienen la intención de dejarlas expuestas más tiempo, pues la idea principal era dejarlas durante una semana. “No tiene sentido guardarlas”, declaró Fernández, pues al principio pensaron hacer la exposición con joyas prestadas, pero se dieron cuenta de que el propio museo tenía suficientes. Además de ello, contó que quieren hacer un tríptico con la clasificación y explicación de las joyas y dejarlas expuestas de forma permanente.
La artesanía beréber es bastante variada y se tienen preparadas actividades relacionadas con esta cultura para promocionarlas. Son todos adornos para la mujer y sus principales materiales son la plata, la alpaca, el coral, el ámbar, el nácar y otras piedras preciosas. El diseño y los motivos eran diferentes según las tribus, para que estas se diferenciasen unas de las otras. Estos adornos también indicaban el estatus social de la mujer y consistían principalmente en diademas para adornar la cabeza y zarzillos o pendientes, que algunos se unían a las diademas. El elemento común de todos era un coral rojo o verde para prevenir el mal de ojo.