El Melilla sabe sufrir en Marbella y se clasifica en la prórroga

La UD Melilla superó los octavos de final de la Copa RFEF tras remontar a un Marbella que dejó una gran imagen. Un gol de Dani García en el tramo final del tiempo reglamentario igualó el anotado por De Lerma, y otro de Migue García decidió en la prórroga el pase del conjunto de Miguel Rivera que, como la semana anterior en Trujillo, tuvo que sudar tinta para superar a un equipo de Tercera RFEF.

El equipo melillense mostró inicialmente una imagen contemplativa, dejando la posesión al Marbella. Pepe Romero y Fran Serrano tuvieron que aparecer para realizar buenas intercepciones en ese primer tramo, en el que el Melilla se acercó en una acción de estrategia que cabeceó Jordan y abortó Fran Moreno.

Luego el que avisó fue Cedrick en una buena irrupción por la izquierda que interrumpió Salcedo. El Marbella se mostraba valiente y en el minuto 18, tras un centrochut de Gato que atrapó bien el meta del Melilla, llegó su primera ocasión destacada. Valero golpeó muy bien de zurda, pero no encontró la portería.

El encuentro era de mucho centrocampismo y poca claridad desde los tres cuartos. Aitor Puñal cabeceó desviado en un saque de esquina dentro de una larga fase en la que el Melilla casi no pisó territorio rival. En el minuto 32 Pepe Romero golpeó desde lejos tras una falta, aunque el balón salió alto, poco antes de otro susto del conjunto marbellí. Cedrick se hizo sitio y Fran Serrano tuvo que cruzarse para mandar con la cabeza la pelota a la esquina.

El central, en cambio, no estuvo tan resolutivo en otro despeje en el minuto 39, tras un saque de banda, y De Lerma, con un golpeo de empeine desde la frontal del área, batió por bajo a Salcedo. El Melilla intentó reaccionar de inmediato y David Suárez no alcanzó un envío en jugada de estrategia de Sergio Pérez. Y en el minuto 44 Salcedo estuvo salvador para evitar el 2-0 en un remate de Agus a pase de Valero.

Miguel Rivera buscó cambiar la cara del equipo con las entradas de José Antonio y Migue García para la segunda parte, aunque el panorama apenas se modificó. El Marbella estaba muy bien plantado, con ayudas constantes. Cuando había algún intento del conjunto melillense, como el de Dani García en el minuto 52, era con timidez. Y los locales llevaban más peligro. Agus no marcó el segundo tanto de milagro como colofón a una buena escaramuza de Gato. El delantero uruguayo, muy activo, tuvo otra ocasión posteriormente. Llegó, no obstante, cansado al disparo.

Emilio Fajardo hizo un triple cambio para refrescar el equipo con Hinojosa, Iker Muñoz y Dago, mientras Rivera situó a José Enrique en el campo por Javi Díez. El partido avanzaba con poco ritmo, entre parones y cambios. Los siguientes, de Ortuño por Peris y Fran Núñez por Sergio Pérez, con el objetivo por parte de los entrenadores no quedarse con diez hombres al estar ya amonestados.

Un tiro manso de Dago, sin problemas para Salcedo, condujo el partido hasta el cuarto de hora final, aunque el Melilla quería prolongarlo con el tiempo extra. Lo demostró Migue García, ya con Nico Santos en el campo como última permuta, con un espectacular lanzamiento de falta que no entró por la escuadra por un soberbio paradón de Tejero. En el córner subsiguiente, Fran Núñez disparó arriba.

En el minuto 83, el conjunto de Rivera tuvo una opción, incluso mejor, más centrada. El libre directo de Dani García, sin embargo, acabó en córner. Pero, tras el saque, el delantero encontró un balón suelto que, de un gran zurdazo, llevó a la red. El partido, pese a que estuvo cerca de evitarlo Dago con un cabezazo en otro córner, se fue al tiempo suplementario.

El Marbella tuvo un par de buenas opciones en el primer tiempo de la prórroga. Salcedo atrapó bien el cabezazo de Dago y un chut de Juanpe, que había reclamado poco antes un penalti, se marchó fuera por poco. Migue García, que no empaló bien un centro de Dani García, tuvo la mejor oportunidad para el cuadro azulino.

Fran Núñez probó suerte con un buen zurdazo que acabó por encima del travesaño. Fue poco antes del gol decisivo, en una pelota que birló José Enrique a Aitor Puñal y con la que asistió a Migue García para que anotara a placer el definitivo 1-2 que le evitaba al Melilla volver a llegar a los penaltis. Luego, el delantero acabó expulsado en la última acción de otro partido con final feliz, pese al sufrimiento, para el líder del Grupo 5 de Segunda Federación.