Melilla, en riesgo de confinamiento si siguen fiestas “inadmisibles” como la celebrada en la plaza de Armas

El presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, asegura que no le va a temblar el pulso a la hora de exigir a los establecimientos de hostelería que cumplan con la normativa sanitaria. De hecho, remarcó que se están analizando las imágenes de un kiosco que se instala cada verano en la plaza de Armas y que anoche tenía una especie de fiesta con decenas de personas sin guardar la distancia de seguridad y sin mascarilla. Afirmó que si hay que cerrar este establecimiento se hará, así como con cualquier otro que incumpla la normativa. Subrayó que “nos estamos arriesgando a confinar la ciudad”.

De Castro remarcó que es negativo para Melilla ver este tipo de imágenes que se han hecho virales en las redes sociales respecto a este chiringuito. Remarcó que nada más tener conocimiento de esto se puso en contacto con el superintendente para actuar en consecuencia.

El presidente de la Ciudad aseveró que acudió al lugar la Policía local para poner orden. “Evidentemente no se puede consentir esto. No se va a consentir que la gente no sea responsable, empezando por el propietario del local que tiene que velar por el cumplimiento de las medidas sanitarias”, resaltó.

De Castro subrayó que se va a actuar en este caso y, aunque el consejero de Políticas Sociales, Mohamed Mohamed Mohand, ya ha anunciado que se abrirá un expediente, “yo voy a ser más claro, ya desde anoche estamos viendo lo que ha pasado y si hay que cerrar ese local o cualquier otro que incumpla las normas, lo cerramos. No hablo ya de expediente, que también se abrirá. Pero si hay que cerrar, se hará”.

El presidente del Gobierno local insistió en que va a ser “determinante” en este tipo de cuestiones “porque es inadmisible ante la situación de aumento de casos que nos encontramos en la ciudad”.

Es más, De Castro hizo hincapié en que “nos estamos arriesgando a que tengamos que cerrar o confinar la ciudad y eso es muy complejo, además de que la situación económica es complicada”. Pero insisitó en que se va a poner un control y que si la gente no es responsable, “pues tendrá que pagar las consecuencias”.

Por todo ello, reiteró que no le va a temblar el pulso a la hora de tomar la decisión de cerrar este local u otro. “Se va a tomar esta medida, además de forma inmediata, pues estamos revisando los permisos. Ese sitio en principio no es un local para formar allí una discoteca”, añadió.

De Castro apuntó que se acabó el estado de alarma y ahora es él la máxima autoridad y la va a ejercer, al igual que va a intervenir el consejero de Salud Pública en esta materia y otros consejeros que también pueden determinar el cierre por otras circunstancias. Pero insistió en que ese local no cumplía las normas básicas, como 1,5 metros de distancia entre mesas o que la gente llevara la mascarilla. Incluso apuntó que se podría haber triplicado o cuadruplicado el aforo.

“Vamos a actuar en este local y en todos en los que no se cumplan la normativa. Si hay que cerrar 20, pues se hace”, añadió.

Sancionar por no llevar mascarilla

Por otro lado, el presidente de la Ciudad también comentó que se siguen poniendo muchas multas por no llevar mascarilla. Explicó que al ir al trabajo había contado a unas 30 o 40 personas sin ella en el Paseo Marítimo y aseveró que se va a seguir sancionando a los melillenses, aunque no sea el espíritu de la Administración local.

“Ya no es que un irresponsable lo sea para sí mismo si no se pone la mascarilla, sino que se comporta así para el resto de los ciudadanos”, añadió.

De hecho, indicó que la última vez que preguntó por datos de sanciones, le comentaron que habían llegado a las 500 propuestas de sanción por no llevar mascarilla.

Los institutos

Otro de los asuntos que preocupa a la Ciudad fue las aglomeraciones que se dieron ayer en las afueras de los institutos entre los alumnos que se iban a examinar para las asignaturas pendientes del curso anterior.

De Castro apuntó que ha dado orden a la Policía local para que recorra los institutos de Melilla. “Los chicos que van a examinarse nos encontramos con el absurdo y la paradoja de que en la calle están como si no pasara nada y en el instituto se ponen la mascarilla y así es difícil aprobar algo en la vida”, remarcó.

En este sentido, insistió en que hay que ser responsable y aunque sabe que los jóvenes pueden estar nerviosos por los exámenes de recuperación, añadió que como no se pongan medidas no es que no vayan a aprobar las asignaturas, sino que no van a recuperar la salud y es la de todos la que está en juego.