Melilla registra la tasa más elevada de paro femenino del país con un 33,2%

Melilla siempre se caracteriza por tener unos datos de desempleo en el que la mujer es la más afectada por el mismo. Hay siempre más mujeres en paro que hombres en nuestra ciudad y eso se refleja también a nivel nacional. Melilla registra la tasa más elevada de paro femenino del país con un 33,2%. Así se recoge en el informe ‘Mercado de Trabajo de las Mujeres. Estatal. Datos de 2019’, que, sin embargo, fue publicado en el pasado año por el Servicio Público de Empleo Estatal.

En este documento se indica que las tasas más elevadas de paro femenino se concentraron, en su mayoría, en el sur peninsular, mientras que las correspondientes al empleo se situaban en algunas zonas del norte y levante de España. Un total de 24 provincias, cuatro más que el año anterior, registraron una tasa de paro femenino por encima de la media del país. Melilla contó con la tasa más elevada con un 33,2%, seguida por Cádiz, Ceuta y Badajoz, todas ellas por encima del 30%.

En el lado opuesto, remarca el informe, está Gipuzkoa, que fue la provincia con la menor tasa de paro del país, un 8,09%, seguida por Álava y Girona con niveles inferiores al 9%.

La peor evolución interanual se produjo en Melilla y Huelva, con incrementos de la tasa de paro superiores a 5 puntos porcentuales. Esto quiere decir que entre 2018 y 2019 subió el desempleo vinculado a las mujeres. Mientras, el mejor comportamiento del desempleo se situó en Palencia, con una reducción del 7,4 puntos y Tarragona con 6,2.

Paradas de larga duración

En el ámbito autonómico, la comunidad de Castilla-La Mancha volvió a registrar la tasa máxima de mujeres desempleadas, con un 62,98% , esto es, un punto porcentual menos que el año anterior. Le siguieron Melilla, la Región de Murcia y Extremadura, en las que, como mínimo, seis de cada diez desempleados eran mujeres.

En el extremo opuesto, con la tasa mínima está Islas Baleares (54,3%), seguida por Cantabria, País Vasco, Canarias y Principado de Asturias que se situaron por debajo del 56%.

En cuanto a la distribución provincial de paradas de larga duración, el informe recoge que hay diferencias significativas, con más de 36 puntos porcentuales en 2019. Ceuta se mantuvo con la tasa más alta (58,44%) y, tres provincias más superaron el 50% de paradas de larga duración, Bizkaia, Álava y Melilla. En el lado opuesto, están Islas Baleares, que registró la tasa mínima (22,19%), y, con menos de un tercio de paradas de larga duración, Soria, Huesca, Teruel y Huelva.

En 2019, todas las provincias, salvo Melilla, redujeron el número de paradas de larga duración respecto a 2018. De hecho, los mayores decrementos, superiores al 10%, en Zamora, Huesca, Gipuzkoa, Valladolid, Salamanca, Teruel y Álava, y casi la totalidad de las provincias, salvo Cantabria y Palencia, redujeron el porcentaje de paradas de larga duración respecto al total de paradas, aunque las mayores diferencias interanuales, de más de 3,5 puntos, son en Zamora, Guadalajara y Navarra. Además, veinticuatro provincias superaron la media nacional de demandantes paradas de larga duración en el conjunto de desempleadas, una menos que en el año anterior.

Prestaciones por paro

A 31 de diciembre de 2019, seis de cada diez mujeres paradas, al menos, estaban percibiendo algún tipo de ayuda económica por encontrarse en situación de desempleo. La cobertura fue mayor que la del año precedente, según el informe, cerca de cinco puntos y 68.089 perceptoras más, pero inferior a la tasa de cobertura masculina registrada, que fue del 71,81% más de once puntos porcentuales por encima de la de ellas.

Nueve comunidades autónomas superaron la tasa estatal de beneficiarias de prestaciones en 2019 y once aumentaron este índice respecto al año anterior, como son Andalucía (54,71%), que reflejó la tasa más alta, seguida de Islas Baleares, Navarra, Aragón y La Rioja. Todas ellas por encima del 54%. El valor mínimo, por el contrario, lo registró el Principado de Asturias (49,33%), y desplazó, a un tercer puesto, a la ciudad autónoma de Melilla; ninguna de ellas, ni Castilla y León, alcanzaron tasas del 50%.