Los precios aumentaron un 0,5% en enero respecto al mismo mes del año anterior impulsados principalmente por el encarecimiento de la electricidad, y rompen así con nueve meses consecutivos de descensos interanuales. Por regiones, los precios aumentaron en todas las comunidades autónomas, sobre todo, en la ciudad autónoma de Melilla (1,6%), Baleares (0,7%) y Andalucía, País Vasco, Ceuta y Extremadura (0,6% todas ellas).
El índice de precios de consumo (IPC), publicado ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), es una décima inferior al adelantado el pasado 29 de enero y contrasta con la caída interanual del 0,5% registrada en diciembre.
El sector de la vivienda es el que más tira al alza de la inflación, con un incremento interanual del 3,2%, tres puntos superior al del mes anterior, debido al mayor encarecimiento de la electricidad y, en menor medida, del gas que se abarató un año antes.
Por detrás, los alimentos y bebidas no alcohólicas incrementaron sus precios un 1,7%, seis décimas más que en diciembre, por el encarecimiento de las legumbres y hortalizas y el menor abaratamiento de las frutas.
También por el encarecimiento del grupo en el que se encuentran los refrescos y zumos, superior al de hace un año, lo que refleja el alza del IVA en las bebidas azucaradas desde el 1 de enero, lo que, junto a la subida de impuestos en los seguros, tuvieron un impacto de una décima en la tasa interanual del IPC.
Asimismo, influyó en la subida de los precios el ocio y la cultura, que elevó los suyos el 0,1%, frente a la caída de casi dos puntos de diciembre, porque los paquetes turísticos se abarataron menos que hace un año.
El transporte disminuyó sus precios el 3,2%, un punto menos que hace un año, debido al encarecimiento de los automóviles, frente a la estabilidad de hace 12 meses; al del transporte aéreo de pasajeros, que se abarató el año pasado; y al de los carburantes, superior al de 2020.
Sin tener en cuenta los elementos más volátiles de la cesta de la compra (energía y alimentos frescos), la inflación subyacente aumentó el 0,6%, cinco décimas superior a la tasa de diciembre y una por encima del índice general.
Los productos que más han subido en la cesta de la compra en el último año han sido la electricidad (15,1%), la joyería y bisutería (13,1%), los refrescos (10,2%) y los servicios recreativos y deportivos (8,9%). Por el contrario, los que más han bajado han sido los combustibles líquidos (22,7%), los hoteles y hostales (12%), el gasóleo (11,4%), los teléfonos móviles (9,1%) y los ordenadores personales (8%).
En tasa mensual, los precios se mantuvieron estables, tras cuatro meses de incrementos, lo que contrasta con el descenso del 1% registrado en enero de 2020.
En esta estabilidad influyeron el incremento de la electricidad y, en menor medida, el gas; el de las legumbres y hortalizas, así como el agua mineral, refrescos y zumos y el pescado y marisco; y los carburantes y lubricantes y automóviles.
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