“Ha sido un exitazo”, decía la viceconsejera del Mayor, Fatima Kaddur, sobre la iniciativa de contratar el espectáculo de Raphael para poner un broche de oro a la Semana del Mayor, que ayer celebró por la tarde su clausura. Y es cierto, ha sido un exitazo, el pelotazo del año.
Para Melilla es un lujo contar con un concierto del más grande, del hombre de “Yo soy aquel”, de “Escándalo” y de “Mi gran noche”, que tantos seguidores tiene en la ciudad.
De hecho, bastaron unas horas el viernes por la tarde para que se vendieran más de dos mil de las tres mil entradas puestas en circulación. Y eso que solo las podían comprar mayores de 65 años.
Traer a Raphael es, sin lugar a dudas, un gran tanto que puede marcarse Fatima Kaddur, una mujer hecha a sí misma, que se mueve como pez en el agua entre los mayores y que ejemplifica con su actitud el multiculturalismo que Melilla pretende presentar como seña de identidad más allá de nuestras fronteras.
Un detalle sirve como muestra de por qué la viceconsejera tiene tan buena aceptación entre los mayores. El viernes, día de gran calor, se preocupó de que hubiera agua, sombra y sillas en la cola de la taquilla en la Plaza de Toros; incluso dispuso una ambulancia “por lo que pudiera pasar”, decía.
La viceconsejera está siempre al lado de los mayores en todas sus actividades. El fin de semana pasado no paró de asociación en asociación, para estar presente en los campeonatos que disputaban los mayores en los juegos de mesa y el viernes disfrutó muchísimo, según dijo ella misma, con la convivencia que pudo ver en el concurso de paellas y que fue lo que más le impactó de la celebración en los pinos.
Pero las cosas no se quedan ahí para los mayores. Faltan todavía los viajes, de ocio y balneoterapéuticos, incluso la gran novedad del año: los cruceros. Salir de Melilla y pasar unos días disfrutando de las actividades y las visitas programadas a distintos puntos de la península, es lo que más le gusta a estas personas, muchas de las cuales no podrían viajar si no existieran estas oportunidades.
En definitiva, hablamos de una mujer que se da a los mayores, cercana y agradable de trato, que tiene muy en cuenta que este sector de nuestra sociedad, el más vulnerable, merece todo el esfuerzo y la dedicación para hacerle la vida más fácil.
"De hecho, bastaron unas horas el viernes por la tarde para que se vendieran más de dos mil de las tres mil entradas puestas en circulación. Y eso que solo las podían comprar mayores de 65 años."
Soy jubilado y saqué mi entrada el viernes, llegué a las 19,10 y salí con mi entrada a las 24,00,eso son casi 5 horas y como muchos más y todos jubilados, como ve sra todo un éxito.