Hace poco, el Boletín Oficial de Melilla, para sorpresa de muchos, publicó la desaparición oficial de la Consejería de Turismo de Melilla, cuyas competencias se trocearon y repartieron entre CpM y PSOE. En ese momento poníamos en duda que se quisiera sacar a la ciudad de la crisis, promocionándola como destino turístico y a la vez se borrara del organigrama del Ejecutivo la cartera destinada a potenciar esta supuesta alternativa al bache económico que estamos atravesando.
También nos preguntábamos a quién se le reclamarían responsabilidades si ante la ausencia de un consejero de Turismo, no se gestionan, como es debido los fondos europeos.
Ahora nos enteramos de que la vicepresidenta Gloria Rojas, que asumió las competencias de Turismo tras pedirle al presidente de la Ciudad, Eduardo de Castro, que cesara a Mohamed Mohand por dañar a la imagen del Partido Socialista, ha perdido la posibilidad de invertir 3 millones de euros de los fondos europeos, que fueron comprometidos con la Ciudad para financiar el proyecto del hotel en el Cargadero del Mineral.
Todo empezó cuando en marzo de 2021, el consejero de Turismo de Melilla, aprovechando que el Consejo de Ministros había aprobado la cesión a la Ciudad de los terrenos portuarios donde está el Cargadero del Mineral, retomó el proyecto de reconvertir un edificio desatendido desde hace 40 años en un hotel con una ubicación privilegiada.
Incluso se llegó a decir que tendría 36 habitaciones, mucho encanto y que estaría abierto en mayo de este año. Al Ministerio de Turismo le encantó el proyecto y en noviembre comprometió 3 millones de euros procedentes de los fondos europeos para proyectos turísticos. Una semana después cesaron a Mohand y el convenio con el ministerio para recibir el dinero, que debía firmarse en noviembre de 2021, nunca se firmó y no porque Gloria Rojas renunciara a seguir un proyecto iniciado por Mohand.
Ella dijo que le gustaba la idea, luego que había unos flecos por ahí con la Autoridad Portuaria; después que no se podía en 2021 sino en 2022; luego que llegan 10 millones en 3 anualidades y el caso es que Melilla ha perdido los 3 millones de euros que se quedaron en el aire, a falta de una firma.
No nos podemos creer que pueda ser cierto que Melilla, tan necesitada de todo, sea incapaz de gestionar 3 millones de euros. Así que ante la sorpresa hemos preguntado a Gloria Rojas y al Ministerio de Turismo y ambas partes han dado el silencio por respuesta. Como me esperaba que no contestaran he advertido de que entendería el silencio como un sí a la pregunta de que se han perdido 3 millones por dejadez. El que calla, otorga.
Hace unos años escuché decir al alcalde de un pequeño ayuntamiento que no podía acogerse a ninguna de las ayudas que ofrecía la Unión Europea porque él no tenía personal ni dinero para pagar a las asesorías que se dedican al ingente papeleo que exigen desde la UE, porque no se trata sólo de gastar, sino, sobre todo, de justificar que el dinero ha sido gastado para lo que está concebido y que se cumplen todos los requisitos para tener ese 'privilegio' de gastar los posibles de todos los europeos.
Sabíamos desde el primer estado de alarma decretado en España tras el estallido de la pandemia del coronavirus que vendría dinero a Melilla proveniente de los fondos europeos y que no tenemos personal fijo en la Ciudad para hacer frente al volumen de trabajo que conlleva su gestión. ¿Por qué no se tomaron medidas con tiempo para evitar que el dinero nos pase de largo sin que podamos tocarlo?
Lo peor es que quienes no son capaces de gestionar ese dinero son los mismos que nos venden que los fondos europeos son una oportunidad única para cambiar el rumbo de la economía de Melilla.
Nos han dicho que el Plan Estratégico Integral que está elaborando el Gobierno central, desde el Ministerio de Política Territorial, servirá como herramienta para saber en qué sectores hay que invertir el dinero de los fondos europeos, con el objetivo de darle un vuelco a la situación económica de la ciudad.
Pues bien, habría que hacer otro Plan Estratégico para dotar a nuestros políticos de las herramientas necesarias para aprender a gestionar el dinero público.
Gloria Rojas seguramente podrá aclarar por qué no ha firmado el convenio con el Ministerio de Turismo, con el que comparte siglas políticas. Pero difícilmente pueda explicarnos a los melillenses por qué dejamos pasar y seguir de largo una inversión potente de 3 millones de euros que esta ciudad necesita como el aire que respira.
Muchos melillenses han suspendido sus vacaciones de Semana Santa al extranjero por prudencia. La guerra de Ucrania ha desplegado el horror, pero también una crisis sin precedentes en los suministros. El precio del combustible es escandaloso (1,44 euros por litro en Melilla) y está repercutiendo en la cesta de la compra de la gente de a pie. La pobreza crece. La situación es preocupante.
En ese contexto no hay argumento que calme la indignación que produce ver que nuestros políticos no saben gestionar los fondos europeos, porque no es la primera vez que perdemos dinero en Melilla.
Todo no pueden ser vídeos promocionales de cómo va a ser el campus universitarios, o sea, sobre cómo va a ser el futuro. Porque para llegar hasta allí habrá que hacer la travesía y por lo visto eso es justo lo que no sabemos hacer.
A estas alturas, no se concretan proyectos importantes en la ciudad y la patronal ya ha hecho pública su preocupación.
Sencillamente es impresentable que nos vendan ilusión y que con la misma mano con que nos ofrecen la esperanza, nos la quiten. Estamos convencidos de que los fondos europeos son una oportunidad única para levantar la cabeza, pero lo que mal empieza, mal acaba. Si no somos capaces de hacer un hotel con 3 millones, difícilmente podremos gestionar todo el dineral que viene en camino.
Gloria Rojas debe dar explicaciones. No se trata sólo de su gestión al frente de Turismo. Es también la gestión de la rabia que está haciendo Francisca García Maeso. Eso sí está haciendo un daño irreparable a la imagen del Partido Socialista.