Parece que todos los veranos y principalmente los meses de agosto, Melilla se convierte en el punto informativo nacional, pero, desgraciadamente, por cuestiones que desde luego no son las más exportables y que, sin duda, todos lamentamos. Los conflictos de la frontera, bien por las denuncias de supuestas agresiones, boicot en el paso de mercancías o las revindicaciones marroquíes, amén de los saltos de valla –afortunadamente no en esta ocasión–, dejan en un lugar muy alejado lo que realmente queremos y debemos exportar. Y no es que falten actividades. Junto a uno de los eventos deportivos más importantes de la Ciudad, la Semana Náutica, también coinciden este año la celebración del Ramadán –una fiesta que si bien es propia de la comunidad musulmana, toda Melilla la vive de una forma especial– y, por supuesto, la Feria, que empieza en dos semanas . Todo esto, desafortunadamente, no cuenta en el plano informativo nacional, algo que lejos de asumir debemos combatir haciendo valer cada vez más nuestra gran, singular y rica multiculturalidad.