Categorías: Editorial

Melilla no puede perder tiempo

La preocupante situación de la educación en nuestra ciudad no permite perder más tiempo. Los malos resultados sobre el nivel académico de los estudiantes melillenses en relación a sus compañeros del resto del país obligan a tomar medidas sin más demora. El presidente Juan José Imbroda anunció ayer que las obras para la construcción del nuevo centro educativo en el Jardín Valenciano comenzarán en el primer trimestre del próximo año. Si se cumplen los plazos, Melilla empezará 2014 con la buena noticia de que existe una fecha para el inicio de la edificación de esta importante infraestructura. El nuevo instituto ayudará a rebajar el alto ratio de alumnos por clase que se registra en nuestra ciudad y servirá para favorecer que mejoren los resultados académicos de nuestros estudiantes.
El acuerdo que firmará la Ciudad con el Ministerio de Educación obliga a realizar un esfuerzo económico al Gobierno local, que financiará en parte la obra adelantando un tercio del presupuesto. Luego, en los dos siguientes años, el dinero regresará a las arcas del Ejecutivo melillense. Así figura en el protocolo que sellarán los responsables de ambas administraciones.
Se trata de un acuerdo importante, que lo es más por el compromiso adquirido por el Gobierno central de examinar todos los años las necesidades educativas de la ciudad. Esto permitirá dejar constancia de manera periódica de cuáles son las dificultades que registran en cada momento nuestros centros educativos. Es lógico entender, en consecuencia, que el Ministerio también se compromete a trabajar para poner solución a las deficiencias y carencias que se registren cada año. No tendría sentido hacer una valoración de la situación para luego quedarse de brazos cruzados sabiendo que doce meses después el resultado de la evaluación iba a ser aún peor porque las cosas, habitualmente, no se arreglan por sí solas. De actuar así, sería como autoinfligirse un ‘castigo’ político al quedar en evidencia la inactividad de los gestores y el empeoramiento del problema.
Tampoco se queda de brazos cruzados la Autoridad Portuaria. Ayer su máximo responsable, Arturo Esteban, acompañado de la directora de la entidad, Pilar Parra, y del presidente de la ciudad, Juan José Imbroda, anunciaba el inicio de las obras para la renovación de la dársena pesquera. Los trabajos, que comenzarán en agosto, requerirán una inversión superior a los 227.000 euros y servirán para mostrar a los visitantes una imagen mejor de Melilla, una ciudad moderna que sabe cuidar de los elementos que forman parte de su historia. Además, se ofrecerá un nuevo lugar de esparcimiento a los ciudadanos.
En definitiva, el centro educativo del Jardín Valenciano y la renovación de la dársena pesquera son dos obras que, cada una en su área, suman para hacer de nuestra ciudad un lugar más habitable, confortable y donde sus ciudadanos tengan las mismas posibilidades de prosperar que en el resto del país.

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