Melilla no merece una huelga en los vuelos

Los sindicatos amenazan con llevar a cabo una huelga en Air Nostrum para estas Navidades si no se alcanza un acuerdo sobre sus demandas para la mejora de las condiciones laborales del personal, entre el que se encuentran los pilotos. El Sepla, por ejemplo, ya ha dicho cuáles serían los días en los que se procedería al paro de la actividad aérea y coinciden, como cabía esperar, con las fechas inmediatamente anteriores y posteriores a las grandes fiestas de diciembre y enero.

Son, como puede apreciarse, los momentos álgidos de las vacaciones navideñas y de fin de año, y eso hace daño, mucho, a quienes pretenden llegar a tiempo para celebrar las fiestas junto a sus familias. Por eso habrá que pedir a las partes que hagan un esfuerzo extra en sus planteamientos para impedir que la huelga se lleve a efecto.

Todos somos conscientes de que los trabajadores están en su derecho de pedir mejoras laborales que aumenten su calidad de vida sobre todo teniendo en cuenta la carestía de la cesta de la compra y otros productos básicos, como la luz y el gas, por poner unos ejemplos . Eso no se puede discutir.

Pero tampoco está de más recordar que las empresas no están pasando por sus mejores momentos y menos en el caso de una compañía aérea, que empieza ahora a recuperarse de la gran crisis ocasionada por la pandemia, cuando quedaron paralizados los viajes y las ventas cayeron a mínimos nunca vistos.

Todavía no hemos llegado a mitad del mes de diciembre y eso deja cierto margen de maniobra en la negociación, que continúa abierta. Sería muy interesante que las partes retomaran las conversaciones y trataran de hacer un esfuerzo común para cerrar un acuerdo que acabe con la incertidumbre de la huelga.

Téngase en cuenta que serán miles los pasajeros que podrían verse afectados por el paro, personas y familias completas que se quedarían sin poder disfrutar de las navidades por un conflicto laboral que, como todos sabemos, se visibiliza mucho más en momentos tan señalados pero que provoca amplio malestar entre los viajeros, que ven rotas sus expectativas navideñas.

Y si la huelga es mala en los vuelos regionales por la península, para Melilla es una auténtica debacle porque carecemos de otras compañías aéreas que se puedan usar como alternativa o de otros medios de comunicación que sí disfrutan en Valencia, Madrid o Burgos.

Por eso es tan importante para los melillenses que las posturas se reconcilien cuanto antes porque, si bien es cierto que el Ministerio de Transporte fijaría unos servicios mínimos importantes para no dejar Melilla aislada, no lo es menos que podrían darse retrasos y cancelaciones que afectaran tan negativamente a los ciudadanos.