La incidencia acumulada de casos de coronavirus ha vuelto a aumentar en Melilla, rebasando de nuevo los 400 contagiados por cada 100.000 habitantes. La ciudad se encuentra en una situación muy peligrosa y, mientras en el resto del país la tercera ola de la pandemia empieza a remitir, aquí seguimos estancados.
Vamos a cumplir un año desde que se desató la crisis sanitaria que estamos padeciendo y la situación se está volviendo insostenible. Además, se habla cada vez menos de la gravedad de los datos epidemiológicos que tenemos. No hemos salido del agujero y parce que no nos hemos dado cuenta. No puede haber debate sobre si las restricciones deben mantenerse o no o sobre como vamos a enfrentarnos al verano mientras sigamos en una situación tan delicada. Además, el momento que atravesamos aún puede empeorar, estamos en la cuerda floja y un rebrote de contagios volvería a poner en jaque al sistema sanitario de la ciudad.
Algunos parece que han normalizado la situación en la que nos encontramos y eso no puede ser. Mientras no consigamos poner coto al virus no puede haber otro tema que entorpezca la gestión de la crisis. Todos los esfuerzos deben seguir orientándose a frenar el avance del coronavirus, no podemos conformarnos con las cifras actuales.