Melilla mantiene este año 2023 sus 8 bares galardonados con los ‘Soletes’, una distinción que otorga la Guía Repsol en todos los puntos de la geografía española.
A lo largo de 50 provincias del país, los encargados de dar estos reconocimientos han hecho una selección de los 1.000 locales que merecen que en su puerta aparezca el logo del ‘Solete’, acreditando así su calidad en la comidad, el servicio y en el ambiente que se respira en sus comedores o en sus terrazas.
En Melilla, enclaves como el que tiene ‘La Cervecería’ en calle O’Donnell han sido premiados con este reconocimiento tan especial y, en la Guía Repsol destacan de esta taberna melillense su “tortillón suave como un bizcocho” sus tapas como el caldero del Rif y sin olvidarse de su emblemático pollo a la moruna y sus “gambas disfrazadas”.
Si se sigue recorriendo el centro mirando las recomendaciones de estos ‘Soletes’, uno puede visitar ‘Casa Sadia’, en la calle López Moreno.
De esta localización tan conocida en Melilla los expertos de la Guía Repsol aseguran que su pincho moruno es “toda una delicatessen”, y que “el olor de la carne ensartada sobre las brasas” guiará al visitante hasta el lugar sin temor a perderse; el otro plato que merece una mención especial son sus papas bravas con aceite de oliva, que sacan los “bravos” de los críticos.
Ya en la avenida Castelar, se encuentra el restaurante homónimo donde los encargados de la guía de probar sus platos dicen que “Mustafá pone verduras de su propio huerto como habas y cebolletas”; los caracoles “picantones” merecen otra mención aparte en las recomendaciones de los ‘Soletes’ que, además, califican de “auténtico lujo” las coquinas a la plancha o las almejas con perejil y ajo que preparan en este famoso bar de Melilla.
En esta misma calle se encuentra ‘La casa de la Abuela’, donde ofrecen lo que llaman “El nido del guarro”, que no es otra cosa que un plato compuesto de patatas, morcilla, chorizo y huevo; este bar mereció su ‘Solete’, además, por su “hormigón malagueño”, que es una ensalada de patatas alioli y langostinos. Sus buñuelos de bacalao (sin mote, como dicen en la guía) “son la repera”.
Este restaurante sigue abriendo todos los fines de semana a pesar de que se está buscando un traspaso del local.
De esta avenida se puede pasar a otra, a la de Reyes Católicos, donde el visitante puede encontrarse con ‘La Cantina’, regentada por los hermanos García y llena con los sabores de “la cocina de su madre”.
Para los expertos de la Guía Repsol sus migas, oreja, rabo de toro, fabada, callos, caracoles, conejo, sangre con tomate y riñones en salsa son “inolvidables”.
Más lejos del centro, pero más cerca del mar, en el barrio de El Real, se puede disfrutar de la comida de ‘La Gaviota’, que sirve “lo que haya en el mercado”. Para la Guía Repsol, su ‘armao’, “pez de apariencia prehistórica con caparazón duro y carne blanca y jugosa”, tal y como lo califican los probadores, resulta toda una delicia al igual que “el rape chico frito”.
Cercano a su localización está el ‘Cinema’, especializado en pescado. En la selección de los ‘Soletes’ destacan sus gambitas fritas y al ajillo, su corvina, sus salmonetes a la plancha, langostinos o chopitos, “puedes pedir lo que quieras, menos la receta del hígado en salsa”, eso sigue siendo un secreto.
En calle Castilla se encuentra el ‘Mesón de la Hoya’ donde, tal y como apuntan en la guía, “los embutidos comparten protagonismo con la cocina casera” y destacan las manitas, las albóndigas o los callos con garbanzos como los platos estrella.
¿Qúe son los 'Soletes'?
Los ‘Soletes’ son esa distinción, ese reconocimiento que se les da a aquellos bares, restaurantes, cafeterías y demás establecimientos de este tipo por tener ese ‘no se qué’ que nos hace decir a todos aquello de “este sitio debería tener un premio”.
Desde el sitio donde desayunas con tu madre o te sientas a leer el periódico con un buen café al lado a la taberna de barrio a la que acuden los parroquianos más experimentados del lugar, que ya saben reconocer donde está la calidad en sus calles, estos son el tipo de enclaves que son candidatos a recibir estos premios tan simpáticos.
De esta forma, un equipo de expertos en gastronomía, repartidos por todo el territorio nacional, realiza esta selección de 1.000 ‘Soletes’, poniendo especial énfasis en cubrir cada rincón del país. Se han identificado Soletes en las 50 provincias, con la garantía de quien conoce la zona y los tipos de locales que abundan en ella.
La Guía Repsol se ha centrado en destacar Soletes fuera de los circuitos habituales y ha puesto el foco en sitios que son el secreto mejor guardado del público local.
Así, para aquellos viajeros a los que les gusta conocer la esencia de los lugares que visitan o para los que quieren disfrutar de la cocina tradicional acompañada de una caña bien tirada, están estos ‘Soletes’.
Melilla cuenta con 8 de estos establecimientos premiados que merecen una visita.
La distinción que suponen estos ‘Soletes’ a los bares melillenses ha tenido una acogida muy positiva entre los ciudadanos, que señalan como algo “muy positivo” el hecho de haber mantenido los 8 galadornes que se otorgaron en la ciudad el año pasado por parte de los críticos de la Guía Repsol, toda una referencia en cuanto a las recomendaciones en hostelería y turismo dentro de la geografía española.
Por su parte, Francisco, melillense de toda la vida que conoce muy bien los establecimientos premiados dice que “le parece muy bien que se concedan estas distinciones” porque, tal y como destaca, “significa que tienen calidad en el servicio, en las tapas y en el trato a los clientes”.
Él, además de conocerlos, dice que ha frecuentado mucho el bar ‘Castelar’ y “a lo que era ‘Casa Sadia’ antiguamente, que ahora lo regenta el dueño de ‘El Caracol’”.
“Son bares en los que la comida está muy bien y te tratan genial, se puede estar muy a gusto y no me extraña que a la Guía Repsol también les haya gustado estar comiendo allí”, añade.
Amira, mucho más joven que Francisco, comparte la misma opinión y sitúa esta noticia como “algo muy bueno para Melilla en general, no sólo para los que se han llevado el ‘Solete’”.
“Me parece muy bien, la verdad, así se le da más importancia también a algunos restaurantes que lo hacen genial y se puede atraer más turismo para que se hagan más conocidos tanto ellos como todo lo que hay en la ciudad”, apunta.
Por su edad, ella frecuenta más la terraza de ‘La Cervecería’, que dice conocer muy bien, ya que suele ir los fines de semana con sus compañeros de clase y sus amigos.
“Suelo ir allí bastante, está muy bien, se come genial y se puede pasar un rato muy agradable”, comenta Amira.
Juan, ahora funcionario, pero hostelero hace ya años felicita a los restaurantes y bares que han conseguido la insignia que reparte la Guía Repsol y dice que “le parece correcto porque si la tienen es porque se lo han merecido seguro”.
“Me parece genial porque se lo han trabajado, si dan calidad, buen servicio y consiguen que los clientes estén pasando un buen rato, me parece más que correcto que se lo hayan dado”, destaca.
Por su parte, además, este antiguo integrante del gremio de la hostelería apunta a una dificultad añadida a la que, según él, se enfrentan los bares y casas de comidas en Melilla, las asociaciones de vecinos que, para él, hacen “competencia desleal”.
“Tiene mucho mérito que consigan obtener premios con la que tienen encima, con esas competencias ilegales que representan las asociaciones de vecinos”, insiste Juan.
Según él, “en ningún lugar de España se ha visto que estas asociaciones se transformen en restaurantes”.
También añade que “en su caso, su restaurante se lo quedó su hijo”, pero que, tras bastantes años con las puertas abiertas, teniendo a “dos asociaciones al lado”, se “plantean echar el cierre” ante la bajada de ingresos.
“Eso tiene que ser para los vecinos, para las comunidades en las que se encuentran, no para el público general. Ellos tienen impuestos diferentes y por diversas circunstancias, no es una competencia muy legal”, remacha.
En el lado de los restauradores, en 'Casa Sadia' dicen estar “muy orgullosos” de esta distinción que, además, “no es tan fácil de conseguir”.
Jader, que trabaja allí desde hace tiempo dice que “desde que les dieron el reconocimiento les va muy bien, igual o mejor que antes de tenerlo”, porque, entre risas, apunta que antes tampoco estaban mal y destaca también que “cree que, además, fueron los primeros en recibir el ‘Solete’ de todos los bares de Melilla”.
“Nosotros siempre hemos tenido bastante gente, pero desde que nos dieron el reconocimiento hemos notado un aumento de la clientela”, añade.
Desde el propio restaurante nos dicen que son varios platos los que se piden de manera más señalada. “Los pinchitos se piden mucho, pero nuestra selección de platos árabes también tiene mucho éxito”, destacan.
Además, desde ‘Casa Sadia’ quieren hacer recomendaciones a quienes quieran acercarse a probar su menú. “Los que vengan tienen que probar el cuscús, el pescado, que lo trabajamos muy fresco y, por supuesto, los pinchitos”, dicen desde este restaurante.
Así, aquellos que quieran disfrutar de buena comida, buen ambiente y buen trato, sólo tienen que abrir la guía y visitar estos lugares.
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