El dispositivo, que sólo está implantando en tres ciudades españolas, guía a las personas del colectivo para que puedan disfrutar del mar sin ningún tipo de peligro.
Las playas de Melilla están abiertas al uso y disfrute de los ciudadanos más que nunca, pues en la jornada de ayer se inauguró en San Lorenzo un novedoso dispositivo que facilita el baño a las personas que tienen algún tipo de discapacidad visual mediante indicaciones auditivas.
Un sistema que sólo está instalado sólo en tres playas españolas, y que permite a los invidentes acceder al mar con total autonomía y sin peligro alguno, pues además de las herramientas que se han implantado para ello, todo se desarrolla bajo la atenta mirada de un socorrista, que vela por la seguridad del bañista en todo momento.
Para la puesta de largo del dispositivo, se personaron en San Lorenzo el presidente accidental de la Ciudad Autónoma, Miguel Marín; el consejero de Medio Ambiente, Ramón Gavilán y el máximo dirigente de la ONCE en Melilla, Juan Carlos Rubio, quienes explicaron las bondades de este sistema ante los medios de comunicación.
Fue el presidente accidental el primero en tomar la palabra, señalando que la jornada de ayer fue un día “alegre e importante para Melilla”, pues se había dado solución a la necesidad de un colectivo social tan importante para la ciudad como el de los discapacitados visuales.
Abundando en detalles, agregó que el sistema guía a las personas desde que llegan al paseo marítimo, pues el cartel que contiene las primeras indicaciones se activa con el mismo mando a distancia homologado que poseen los invidentes para utilizar las señales auditivas de los semáforos. Para mayor facilidad, las instrucciones pueden escucharse a una distancia de 15 metros, por lo que no es necesario estar justo enfrente para hacer uso del dispositivo.
Una vez escuchados los primeros detalles sobre la zona de baño, se indica al invidente que debe bajar por una pequeña escalera hasta la zona de arena, donde le recibe una pasarela de madera de dos metros de ancho por 80 de largo. Finalizado el recorrido, le aguarda un socorrista que le hace entrega de una pulsera que contiene tres botones; uno para activar las balizas que se encuentran en el agua, otro para las que contienen su ropa, toalla y demás enseres y un último para activar en caso de emergencia, ya que alerta de manera inmediata al socorrista.
Hora del baño
El usuario dispondrá de un poste táctil donde podrá dejar sus objetos personales antes de encaminarse al agua. Además, éste le informa de la distancia que hay entre la orilla y el mar, así como de la profundidad, la cual, por regla general, no es demasiada debido al poco calado que tienen las playas melillenses.
La guía continúa una vez que el usuario está disfrutando del baño, pues se han instalado cuatro balizas a lo largo de los 100 metros de longitud de los que componen la zona para invidentes que se activan automáticamente con la pulsera. Éstas orientan al bañista en todo momento sobre la distancia y la dirección en la que se encuentra la orilla. Por si fuera poco, están distribuidas a lo largo de una cordada que sirve de guía física.
El proceso para salir del agua es exactamente el mismo; mediante el uso de la pulsera el discapacitado visual se encamina hacia la orilla y activa los postes donde dejó sus enseres para recogerlos sin ningún tipo de confusión. No acaba aquí el sistema, pues además hay varias sombrillas instaladas a ambos lados de la pasarela y que son de uso exclusivo para colectivo, por si quisieran descansar después del baño.
Pese a que el sistema se inauguró ayer, su valía y operatividad están ya demostradas, pues el pasado miércoles una persona con un grado del cien por cien de discapacidad visual hizo uso del dispositivo de manera completamente autónoma a modo de prueba, resultando ésta una experiencia satisfactoria.
Por tanto, alegría entre los dirigentes de la Ciudad Autónoma de Melilla, pues Marín reseñó la importancia de este logro social, cuyo coste “ha resultado barato en comparación con el beneficio que se logra”, pues su implantación supuso un desembolso de 20.000 euros.
De los primeros en España
También intervino ante los medios de comunicación el máximo dirigente del área de Medio Ambiente, Ramón Gavilán, quien quiso agradecer ante todo la labor realizada por los componentes de la ONCE a la hora de asesorar a los técnicos en la instalación del sistema.
De igual modo, precisó que Melilla es la tercera ciudad que cuenta con este dispositivo, pues antes lo hicieron Málaga e Ibiza, por lo que se puede considerar la iniciativa “casi pionera”. Al hilo, quiso dejar claro que esta es tan sólo la experiencia piloto, y que si da buenos resultados se implantarán otras zonas de baño similares a lo largo y ancho del litoral melillense.
El presidente de la ONCE en la ciudad, Juan Carlos Rubio, expresó su satisfacción de igual manera, pues aseguró que este dispositivo garantiza la seguridad y la autonomía de los invidentes a la hora de disfrutar del baño, pues se vigilan y se guían todos los pasos de la persona por medios materiales y humanos.
Así pues, no le restó más que agradecer al Ejecutivo autonómico, y en especial al área de Medio Ambiente, la labor realizada por el bienestar de los discapacitados visuales, al tiempo que recordó que esta Consejería ya realizó en el pasado iniciativas similares por las que recibió un galardón de manos del Comité Español de Representantes de Minusválidos.
Por tanto, un proyecto de amplio calado social que ya se encuentra operativo en Melilla para el uso y disfrute de este colectivo y que podría verse ampliado en el futuro. Cabe recordar, para más señas, que el primer cartel auditivo se encuentra en la segunda entrada a la playa de San Lorenzo viniendo desde el Puerto Deportivo Noray.