María Elena Fernández, historiadora melillense, explica la difícil situación que vivió el colectivo hebreo en el país vecino.
La asociación socio-cultural Mem Guímel ofreció el pasado martes una conferencia en el Real Club Marítimo de la ciudad, en la que se puso de manifiesto el importante papel de la ciudad autónoma en la salida de los hebreos de Marruecos, perseguidos en el país vecino. La ponente de esta exposición, la historiadora María Elena Fernández, aseguró a El Faro que Melilla tuvo mucha importancia en este hecho, que marcó un punto importante en el asentamiento de Israel como país. Este acontecimiento se produjo entre 1956 y 1961, año en el que el país vecino estableció un convenio para organizar la salida del pueblo hebreo.
En general, el periodo histórico al que hizo referencia la historiadora fue un una época de cambios, ya que, no sólo en Marruecos, sino prácticamente en todo el mundo, se produjo una migración de los hebreos hacia el recién constituido Estado de Israel. Fernández asegura que el Mosad, la agencia de inteligencia israelí, se afanó mucho por dirigir a los judíos hacia su país. En concreto, en el caso de Marruecos, la ponente explica que invertían “hasta 40.000 pesetas en cada persona” para sacarla del país vecino.
Fernández relata que el monarca marroquí fue avisado por las autoridades egipcias del riesgo de dejar salir a los judíos, puesto que podían organizarse en un frente sionista y antimusulmán en la región. Asimismo, la historiadora explica que la comunidad hebrea residente en Marruecos suponía “manos cualificadas”, puesto que además de dedicarse al comercio, eran buenos campesinos. Fernández asegura que si el país vecino dejaba ir a estos ciudadanos “perdían economía y población” y que, además, el país, recién constituido tras la independencia de España, quería dar una imagen de tolerancia “que no era real”.
Melilla, vía de escape
El papel de Melilla en el éxodo hebreo de Marruecos fue, por tanto, esencial, ya que existía un acuerdo no oficial entre la comunidad y las autoridades de la ciudad por el cual los judíos utilizaban la localidad española como lugar de tránsito y no permanecían en ella más de dos días, que aprovechaban para arreglar los documentos. “La Gendarmería marroquí era el problema, no la Guardia Civil”, explica Fernández, que añade que este colectivo tuvo también la ayuda de musulmanes marroquíes y españoles contrarios a las posturas de Rabat.
El trayecto habitual que seguían estos hebreos era viajar de Melilla a Málaga y desde allí hasta Gibraltar. Una vez en territorio británico, volaban hasta Marsella, desde donde tomaban un avión hasta Israel. La ponente afirma que el único trámite que realizaron las autoridades españolas en este proceso fue “recoger los datos de las familias” que pasaban por la ciudad autónoma. Además, explica que en aquella época “no había la colaboración que hay ahora” con el país vecino y que “los españoles de Melilla, en su mayoría, venían de abandonar Marruecos”, por lo que “estaban incómodos con la actitud” de Rabat.
“Marruecos acusó a España de apoyar este sionismo y de fomentar la salida ilegal de judíos marroquíes”, explica Fernández.
Sefamel, recopilando la cultura judía de Melilla
La ponente que ofreció la conferencia que tuvo lugar el martes en el Real Club Marítimo de Melilla, María Elena Fernández, es también la coordinadora del proyecto Sefamel (Sefardíes en Melilla), una iniciativa de la asociación socio-cultural Mem Guímel que pretende recoger y estudiar el legado, la historia, costumbres, las tradiciones y el patrimonio de los judíos en Melilla y en su entorno más cercano. La organización hebrea asegura que este proyecto tendrá como resultado, además de conferencias y actos divulgativos como el que tuvo lugar, un importante archivo donde se recopilará toda la historia judía melillense, que a parte de en sus propias publicaciones, quedará a disposición de los investigadores interesados en la cultura sefardí.
Sobre su trabajo altruista para Sefamel Fernández asegura que están “recogiendo todo lo que se puede de la presencia hebrea en Melilla”. Además, la historiadora explica que desean conocer las actividades que hacía la comunidad, para lo que, investigando, han llegado a contactar con judíos melillenses residentes en Venezuela e Israel. En definitiva, la ponente asegura que están “recogiendo la historia judía de Melilla”.
Fernández comenta que, la siguiente actividad que llevarán a cabo será una relacionada con los institutos de la ciudad, en la que intentarán acercar la cultura sefardí a los jóvenes de los centros melillenses.