El Gobierno melillense ve “cierta lógica” en que la COA haya decidido suspender de manera temporal la línea 5, que conecta con Cabrerizas, después de que el pasado sábado un autobús recibiera una pedrada. El portavoz del Ejecutivo, Daniel Conesa, resaltó que no es la primera vez que los vehículos de la cooperativa sufren un ataque de estas características y señaló que en los próximos días se celebrará una reunión para analizar la situación. De hecho, se trata de la quinta agresión que sufre la COA en lo que va de mes.
En el encuentro estarán presentes miembros de la Consejería de Seguridad Ciudadana y de la Delegación del Gobierno. El objetivo de la reunión será paliar los ataques, algo que Conesa calificó como “muy complicado”. En este sentido, señaló que ni siquiera una escolta policial permanente en cada uno de los autobuses serviría para eliminar el problema por completo.
“Es imposible evitar que en un momento dado lancen una piedra desde cualquier esquina. Quizás sea más sencillo encontrar posteriormente al autor”, afirmó. “Aún teniendo en cuenta esa dificultad, es necesario tomar medidas de carácter disuasorio”, defendió el portavoz gubernamental.
Los grandes perjudicados
En palabras de Conesa, los principales afectados por las continuas agresiones que está sufriendo este servicio público son los vecinos de las zonas por donde ya no pasa el autobuses. “No podemos dejar que los habitantes de estos barrios sufran las acciones de unos desalmados, de unos delincuentes”, apuntilló.
Además, recalcó que es “inadmisible” que los autobuses de la COA sean “objetivo de atentados de manera continua”. Por ello, ambas administraciones perfilarán un plan de actuación con el que esperan paliar la situación y localizar a los que se dedican a apedrear a los vehículos. El portavoz concluyó subrayando que el anunciado encuentro tendrá lugar en los próximos días, muy posiblemente esta semana. Hay que recordar que el último ataque tuvo lugar el pasado sábado a las 20:00 horas, aproximadamente. Un autobús de la cooperativa recibió una pedrada que le provocó una pequeña rotura en un cristal.