La ciudad alcanzará los 86.468 residentes dentro de 10 años, según el proyecto de población a corto plazo del INE · El censo se incrementará a razón de casi 1.000 nuevos melillenses por año. La mayoría vendrá de otras comunidades autónomas.
Melilla, Ceuta, Baleares, Canarias, Murcia y Andalucía son las únicas autonomías que seguirán ganando habitantes en la próxima década, según las proyecciones de población elaboradas por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En el año 2022 la ciudad tendrá, según las previsiones estadísticas a corto plazo, 86.468 personas empadronadas (un 13% más) ya que experimentará un incremento del número de habitantes a razón de un millar por anualidad.
De hecho, desde este año y hasta 2022 está previsto que Melilla gane 10.068 habitantes. Eso es más que lo que recibió en números absolutos entre 2002 y 2012 (9.870nuevos residentes).
El Instituto Nacional de Estadística también prevé que el mayor incremento de la población de Melilla tenga lugar en el período comprendido entre 2015 y 2018, cuando la población de la ciudad pase de 76.399 a 80.001. Son 3.602 habitantes más. Una cifra similar a la que está previsto que se registre entre 2018 y 2022 (3.433 más).
La mayoría de las personas que llegarán a Melilla hasta 2021 vendrán procedentes de otras comunidades autónomas. El ritmo de llegada irá descendiendo según transcurran los años. Así, en este ejercicio está previsto que arriben a la ciudad 762 personas, en 2015 serán 516; en 2018 bajará a 328 y en 2021 se trasladarán desde otros puntos de España 175 personas.
Pérdida de población
Las últimas Proyecciones de Población difundidas ayer por el Instituto Nacional de Estadística revelan un escenario de pérdida progresiva de habitantes en las próximas décadas, de manera que dentro de cuarenta años habrá desaparecido la décima parte de la población en España.
En diez años, La Rioja, con un 7%; el País Vasco, con un 6,8%, y Castilla y León, con un 6,1%, serán las comunidades que habrán perdido más población, mientras que Baleares habrá ganado un 2,2 %, Canarias un 1,3 %, Murcia un 1,2 % y Andalucía un 0,9 %.
Un 12,8% más de población
De 2002 a 2012, la población global española ha aumentado un 12,8%, si bien se espera que en los próximos diez años descienda un 2,5% en total.
En ocho comunidades (Galicia, Castilla y León, Asturias, País Vasco, Aragón, Extremadura, Cantabria y La Rioja) el número de defunciones superará al de nacimientos entre 2012 y 2021, según las proyecciones del INE. Además, en la Comunidad Valenciana, Canarias, Castilla-La Mancha, Navarra y Cataluña el saldo vegetativo (diferencia entre nacimientos y muertes) anual pasaría a valores negativos antes de que acabe la década.
De mantenerse las tendencias actuales, el saldo migratorio con el extranjero sería negativo en la mayoría de comunidades entre 2012 y 2021, sobre todo en Cataluña (con un saldo acumulado de -472.549 personas), Madrid (-381.632), Comunidad Valenciana (-176.027) y País Vasco (-140.171).
Por otro lado, Canarias, Asturias, Aragón y Ceuta serían los únicos territorios que lograrían mantener un balance positivo en los intercambios de población con el extranjero.
En el caso de Melilla, ese intercambio de habitantes con el extranjero estaría en números rojos en 2012 (-350), en 2015 (-348) y en 2018 (-330).
Con respecto a los saldos migratorios entre comunidades autónomas, Madrid, País Vasco y las Islas Baleares se situarían como las mayores receptoras netas de población del resto de España.
Saldo migratorio negativo
De mantener la tendencia actual, el saldo migratorio en España sería negativo en el año 2012 en 181.479 personas. En 2011 también fue negativo, en 50.090.
Este saldo es consecuencia de un flujo inmigratorio esperado de 376.696 inmigrantes, un 17,7% inferior al año anterior y de una emigración al extranjero prevista de 558.175 personas, un 9,9 superior a la de 2011.
No obstante, la extensión al futuro de la propensión a migrar hacia y desde España, observada hoy supondría una progresiva, pero lenta recuperación de su saldo migratorio. Por un lado, el flujo inmigratorio que recibiría España se iría incrementando progresivamente en los próximos años. En su conjunto, en los próximos 10 años España recibiría unos 3,9 millones de inmigrantes y, en 40 años, el flujo inmigratorio ascendería a 16,7 millones. En cuanto a la emigración, la pérdida progresiva de población en las edades adultas jóvenes tendría como consecuencia que el flujo de salida de población al extranjero se fuera produciendo lentamente en el tiempo.
Un 58% de tasa de dependencia
Si las tendencias y comportamientos demográficos actuales se mantuvieran en un futuro, en 2022 la tasa de dependencia se elevaría hasta el 58%. Es decir, por cada diez personas en edad de trabajar, en 2022 habría en España casi seis potencialmente inactivas (menor de 16 años o mayor de 64).
En 40 años, esta tasa de dependencia se elevaría al 99%, lo que quiere decir que por cada persona en edad de trabajar prácticamente habría otra que no estaría en edad de hacerlo.
La mayor tasa de dependencia se dará principalmente y según las últimas Proyecciones de Población del INE, entre mayores de 64 años. En esta franja de edad pasará del 26,14% de este año al 73,09% de 2052.
En menores de 16 años, la tasa de dependencia variará de manera más leve, al aumentar del 24,25% de este ejercicio al 26,41% en 2052.
Estas tasas se darían en una población que pasaría de los 46,1 millones de este año a los 41,4 millones de 2052. O sea, en una España que perderá 1,2 millones de habitantes (-2,88% de población) en los próximos cuarenta años.
Una simulación estadística
Las proyecciones de la población elaboradas por el INE constituyen una simulación estadística del tamaño y estructura demográfica de la población que residiría en España en los próximos años, en caso de que se mantengan las tendencias actuales. Estos datos muestran el efecto que sobre la población futura tendría la estructura poblacional actual de España y los comportamientos demográficos observados este año. El INE realiza anualmente una proyección de población a corto plazo (a 10 años) con el fin de adaptarse a la cambiante coyuntura demográfica mediante una continua actualización de sus resultados en relación con el devenir demográfico más reciente y la última información disponible. Este trabajo se complementa con las Proyecciones de Población a largo plazo, que se actualizan cada tres años. Así, por ejemplo en este 2012 se ofrecen resultados a 40 años para España (Proyección de Población a largo plazo 2012-2052) y a 10 años para autonomías y provincias.