La ciudad amaneció ayer radiante, no sólo por la hermosa mañana soleada con que surgió el nuevo día, sino por la feliz idea de trasladar a Melilla lo que ya se viene haciendo en otras muchas ciudades españolas, en la que la repoblación o nueva plantación de flores en parques y jardines se concibe como una fiesta, al servicio también del arte y la recreación floral.
Las 50.000 plantas que embellecerán nuestras zonas verdes, y que normalmente se suelen replantar en esta época del año, no han llegado directamente esta vez a los parterres de nuestros parques y jardines. Previamente, copiando lo que se hace en otras ciudades, se han mostrado a los ciudadanos, recreando hermosas composiciones que permiten apreciarlas en toda su belleza y disfrutar aún más de ellas.
Una iniciativa que, posiblemente, también contribuya a valorarlas en mayor medida, y que ayer nos regaló hermosas estampas que aprovecharon rápidamente quienes festejaban acontecimientos de gran importancia familiar como las Primeras Comuniones.
Fueron muchos los que se fotografiaron con ellas. Muchos más los que las disfrutaron y se quedaron sorprendidos, sin reparar en qué medida la campaña electoral ha podido forzar que por una vez saquemos más partido a aquello susceptible de ser más y mejor disfrutado. Y es que, sin duda y en cualquier caso, se trata de una feliz idea.