EL PRESIDENTE De Castro expuso ayer la situación y las necesidades de Melilla en el Senado, el foro perfecto para hacer ver las complicaciones a las que se enfrenta la ciudad y un altavoz para dar a conocer su realidad y exigir, por supuesto, la solución a sus problemas y que sus habitantes tengan garantizado el mismo nivel de prestación de servicios que el resto de sus conciudadanos peninsulares. En su comparecencia, De Castro ha dejado bien claro cuáles son los condicionantes con los que nos encontramos. Seguramente que uno de los que ha podido extrañar a los senadores que estaban escuchando es que Marruecos no admite una frontera comercial con el consiguiente perjuicio tanto para los temas turísticos como los intercambios en el campo comercial.
Además, el presidente melillense ha presentado alternativas plausibles para mejorar la economía de la ciudad y cambiar un modelo productivo agotado y que ya no da para más.
Melilla necesita de este tipo de actos para hacerse oír. Nuestra situación geográfica juega un hándicap importante a la hora de que se nos escuche, la distancia con la España peninsular se hace en algunos casos gigantesca y las necesidades de Melilla son fácilmente olvidables desde Madrid.
Por eso, es importante que se emplee cualquier altavoz que se ponga al servicio de nuestro responsables políticos. Es necesario que se escuche con más frecuencia la voz de Melilla.
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