“Si los tribunales dicen que la escolarización de niños sin estar empadronados está bien, se va a acatar. Pero también diré que, si eso es así, ancha es castilla”. Así de contundente fue el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, que aseveró que, si se permite esta matriculación de los niños sin tener la residencia legal, “se abre una vía enorme de cara a nuestro país vecino”. De hecho, se mostró a favor de la concentración que el sindicato CSIF Enseñanza ha convocado para esta tarde en la plaza de la Aviación, porque exige la anulación de estas escolarizaciones, y también de la protesta que hay media hora antes organizada por CCOO, UGT, ANPE y SATE, que reclaman más profesores y más aulas para los alumnos. Aseveró que todos tienen razón en sus peticiones a la Administración.
Imbroda subrayó que el PP ha pedido que se elimine la escolarización de los menores, “siempre ajustada a derecho”, y, por ello, se ha reclamado esta cuestión en instancias judiciales.
Para el presidente de la Ciudad, si se abre la mano y se permite que se escolarice a niños sin hacer caso de la normativa de Educación, “se abre una vía inconmensurable”.
Indicó que si los jueces determinan que es legal esta matriculación, no se le volvería en contra al PP esta respuesta, sino a la ciudad. Resaltó que hay ciudadanos a los que les “importa tres pepinos Melilla” y sólo están “para la pose y el discurso pseudo progresista sin que piensen en la ciudad”. Pero aseveró que él, como presidente del Gobierno local, debe mirar más allá y, “con la densidad de población más alta de Europa”, ver “qué puede venir y lo que puede pasar”. Insistió en que el problema lo tiene Melilla.
El máximo dirigente del Ejecutivo local argumentó que ya contábamos con una población estudiantil que sobrepasaba la ratio por aula exigible por ley y tras, “escolarizar sin ton ni son” a niños que oficialmente no viven en Melilla “se está abriendo la mano”.
Subrayó que esta medida adoptada por la Dirección Provincial de Educación puede llevar a “un problema gravísimo” porque esto puede ser “infinito”.
Imbroda instó a trabajar por los niños de Melilla y los que tienen residencia legal en la ciudad para que tengan una educación de calidad, porque los maestros estaban “ya sobrepasados y ahora más”. Además, afirmó que muchos de estos menores no saben castellano y remarcó que le consta que hay padres que se han tenido que llevar a traductores al colegio para hablar con los directores.
El presidente de la Administración local remarcó que acatarán la decisión de los jueces sobre este asunto, pero que tenía la obligación de denunciarlo porque “esto es malo” para Melilla.
Por otro lado, reconoció que los niños deben estar escolarizados, pero en Marruecos. Apuntó que si es preciso que España ayude al país vecino para ello, que se haga.
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