Se las prometía muy felices el Cartagena en el minuto 29 de partido. El Lorca empataba en el Municipal de Marbella y con el bonito tanto anotado por Fernando Llorente mantenían el liderato provisional del grupo. Empujados por 6.800 gargantas, los departamentales hubieran hecho valer dicho gol ante prácticamente cualquier escuadra del grupo, argumentos futbolísticos le sobran a sus jugadores, pero enfrente tenían al Melilla. El club norteafricano no pierde jamás el hambre ni la capacidad competitiva, y en la mañana de ayer domingo se ha vuelto a dejar el alma sobre el verde, evitando así ver frenada su espectacular racha, que ya se extiende a doce partidos sin conocer la derrota.
Con un zurdazo de Jairo, que se marcó todo un partidazo en su sexta aparición competitiva de la temporada, los de Josu Uribe consiguieron rascar un importantísimo punto de la cancha del que, hasta hoy, era el líder de su liga. La solidaridad defensiva del equipo y su paso adelante tras el descanso fueron determinantes para la consecución del punto, como también el matiz de picante puesto arriba por el “mojo picón” del chicharrero Jairo Izquierdo. Con su habilidad, velocidad y verticalidad volvió loca a la defensa local. El choque pudo acabar de cualquier manera, pero el empate puede ser el resultado más justo a tenor de lo visto sobre el tapiz del Cartagonova. La primera mitad quien tuvo el balón, las ocasiones y la mordiente fue el conjunto de Alberto Monteagudo. Los de Josu Uribe, quizá, pagaron el peso del escenario al comienzo del enfrentamiento, pero aún así gozaron de ciertos acercamientos con peligro.
En un genial contragolpe de los departamentales, y tras un gran centro de Míchel Zabaco desde el lateral derecho, Fernando Llorente abría el marcador. El centrocampista segoviano, que llegó a Cartagena en este mercado invernal y está siendo una de las sensaciones de los de Monteagudo, lleva anotados cuatro tantos en los últimos cinco partidos. El de ayer, de muy bella factura: llegando excepcionalmente desde segunda línea (su fuerte) y dejando un sutil toque de tacón que acababa introduciendo el esférico en la portería de Dani Barrio.
Fue la única vez que lograron batir al actual Zamora de la competición, el guardameta asturiano de la U.D. Melilla. El arquero, que ha recibido apenas 18 goles en los 27 encuentros disputados, ha vuelto a hacer alarde de sus habilidades, desbaratando dos buenas ocasiones blanquinegras con dos ágiles estiradas. Paradas que valen puntos, nada mejor para conseguirlas que tener contigo a uno de los mejores porteros de la categoría.
Giro táctico
En la segunda mitad el guión cambió, y los cambios dispuestos por el entrenador azulino surtieron un mejor efecto sobre su equipo que los de su homólogo en el banquillo cartagenero. Bien pronto, en el minuto 54 de partido, el Melilla gastaba todos sus cambios dando entrada a David Agudo y Cubillas. Con la salida de Kiu y Alí Diakité, el sistema giraba a un 4-4-2 con un doble pivote muy bien gobernado por Borja Prieto y Nando.
Los unionistas se acercaban cada vez más al área defendida por Marcos gracias a la presión e incansable tesón de los jugadores de arriba, y en el minuto 59, el menudo Jairo recogía un balón suelto en el área para enchufar un inapelable zurdazo al fondo de la red. El gol nació, principalmente, de esa convicción de los futbolistas azulinos, que no paran de presionar y buscar la pérdida del rival con todo lo que hay en ellos. En esta jugada, y después de un par de rechaces, el atacante canario dijo “ya no más” y conectó un gran disparo que se colaba por la escuadra cartagenera. Con la salvada excepción de cierto fallo de marcaje en el tanto albinegro y algún que otro despiste, la zaga azulina volvió a estar impecable. Entregada, solidaria, cohesionada… quitando algunos momentos de nerviosismo al principio del choque, manejaron excepcionalmente los tiempos del encuentro. El Cartagena, que ya sabía que el Lorca iba ganando en Marbella y podía arrebatarle el liderato, intentó meter una marcha más. Lo probó con un juego algo más directo, pero los zagueros visitantes respondieron con seriedad y contundencia. El encuentro fue lentamente agonizando mientras la escuadra local se desesperaba al chocar una y otra vez contra el muro azulino.
Los de Uribe, además, aprovechaban la calidad de sus jugadores de arriba para llegar con peligro al área cartagenera. El extremeño Agudo, que ha podido disfrutar de su primera media hora de juego como melillista, ha dejado muy buenas sensaciones y detalles. Parece que, hasta el momento, los fichajes azulinos de este mercado invernal están cumpliendo con las expectativas creadas. Ha de ser así, pues está muy caro el jugar en este plantel. Kiu, Nacho, Cubillas, Santi… todos están realizando una gran campaña, pero nunca está de más tener relevos de gran talla como estos.
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