Categorías: Sociedad

Melilla da muestras de solidaridad con los sirios

Los inmigrantes acampados agradecen la colaboración de los melillenses y la preocupación por los niños, pero no precisan nada. Su reivindicación no es esa. Segunda noche a la intemperie. Continúa el frío y la mañana amanece lluviosa. En el campamento sirio en la Plaza de España, la lluvia no importa. Los hombres conversan en pequeños grupos por la plaza. No hay rastro de mujeres y niños. Algunos han ido al CETI para desayunar y asearse y otros están dentro de las tiendas de campañas. Apenas sale un poco el sol, los niños comienzan a salir y a revolotear por la plaza. Así transcurren los días.
En la mañana de ayer, el campamento sirio recibió la visita de un melillense, que prefiere no decir su nombre. Les lleva a los niños zumos, galletas y otros dulces y algo de ropa. Comienza a repartir los productos entre los niños que se acercan. Algunos adultos también se llevan zumos para los bebés que duermen en sus carritos. Pero la ropa y las mantas que este melillense le ha llevado no las quieren. “Dicen que no están aquí por esto”, explica a El Faro. Y se marcha minutos después.
Sí les ha dejado, en cambio, chubasqueros para protegerse de la lluvia y los adultos los reparten entre los niños.

Las promesas de las mafias
Ya es mediodía y así es el día a día de los inmigrantes sirios acampados en la Plaza de España. Reclaman en diversas pancartas que España cumpla “las promesas”. Quizá se refieran a la idea que les han “vendido” las mafias de Marruecos. Desde la dirección del CETI explicaron ayer a este diario que “alguien” les ha convencido de que una vez llegados a Melilla estarían en la ciudad dos meses y luego les trasladarían a la península.
En el ‘peor’ de los casos, el inmigrante sirio acogido en el CETI lleva solamente seis meses en la ciudad. El que menos, un mes, como informó a El Faro uno de los sirios acampados en la Plaza de España, Mohamed.
Son a esas mafias a las que pagan entre 3.000 y 5.000 euros para obtener a cambio pasaportes marroquíes falsos y poder cruzar la frontera y llegar a Melilla. Es así cómo, en los últimos meses, la presencia de ciudadanos sirios ha aumentado en la ciudad, llegando actualmente a más de 200 personas acogidas en el CETI.
Mientras los niños juegan, los adultos dan un paseo o se sientan en un banco. Otros cogen a sus bebés y les pasean por la plaza con la mirada perdida. “Esto no es vida para los niños”, dice uno de ellos con un limitado castellano.
Los padres intentan por todos los medios proteger a sus hijos del frío con mantas dentro de las tiendas de campaña. Estarían mejor en el CETI, pero el centro se ha convertido en un lugar peligroso como para dejar a los menores allí. El pasado sábado Mohamed explicó a este diario que no quieren dejar a sus hijos en el CETI por la problemática situación que viven con el colectivo argelino.
Por su parte, las mujeres dedican gran parte del día a lavar la ropa de los niños en pequeños barreños y utilizan tendederos improvisados en las palmeras de la Plaza de España para poner a secar las prendas. Para proteger sus pertenencias de la lluvia, o bien las meten dentro de las tiendas de campaña o las colocan en un banco y las cubren con un plástico.
Los inmigrantes sirios quieren ir a la península, a la “España original” y pedir allí asilo. Sin embargo, el trámite legal no es así. Primero tienen que pedir el asilo en la Delegación del Gobierno y luego podrán ser trasladados a la península. Deseos y realidades tan diferentes que parece que la situación de estos inmigrantes esté bloqueada.  
Por una parte, la Delegación insiste en que para ser trasladados a la península deben ser solicitantes de asilo. Si no hacen este trámite no podrán ser considerados refugiados, por lo que son inmigrantes como el resto de los residentes en el CETI. Por parte de los ciudadanos sirios, han reiterado que no quieren pedir el asilo en Melilla porque ello implicaría permanecer en la ciudad alrededor de dos años para obtener una resolución. No quieren esperar ese tiempo en la ciudad. No importa lo que tarde el trámite, pero prefieren esperar estando en la península.

Compartir

Artículos recientes

Prueba Video Embed DailyMotion

La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…

1 mes hace

Los Caleros de Ayamonte de Pepe Gámez

En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…

4 meses hace

Indagando sobre el sentido del temor a la muerte

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…

4 meses hace

Percebes

De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…

4 meses hace

Derecho a discrepar

Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…

4 meses hace

Verano del tiempo viejo (VII)

Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…

4 meses hace