Sin ánimo de hacer cundir la alarma, el hecho evidente es que de un tiempo a esta parte parece que todo son malas noticias en lo que a Melilla respecta.
Al margen del problema de la inmigración, que sigue ahí y que parece que no tiene remedio, al menos no hay nadie (de los responsables) que esté por la labor de ponérselo, los melillenses nos desayunamos ayer con otro sobresalto.
En este caso no era fruto de un nuevo asalto a la valla fronteriza. La noticia que recorría ayer (también lo hará hoy) todas las tertulias de la ciudad y que ocupaba los principales titulares de los medios de comunicación (locales y nacionales) es la detención de seis personas acusadas de captar y enviar yihadistas a Mali y a Libia.
Los seis individuos (de momento las únicas detenciones porque la operación todavía sigue abierta) son todos de nacionalidad española y residentes en Melilla.
Esta operación antiterrorista es la segunda que se produce en la ciudad en algo más de dos meses. La primera tuvo lugar en marzo. Entonces los detenidos fueron tres y según se dijo, las policías españolas y marroquíes, con su actuación, asestaron un duro golpe a la célula yihadista más activa de España y que también se encargaba de reclutar a voluntarios para la ‘guerra santa’ e integrarlos en grupos terrorista de la órbita de Al Qaeda, especialmente radicados en países en conflicto como Mali y Siria.
Cabe pensar entonces que el golpe no fue tan duro y que esta operación es sólo continuación de aquella. Esa es la esperanza que queda, porque de lo contrario, estaríamos hablando de que Melilla podría haberse convertido en cuna de esa “principal amenaza” de terrorismo yihadista de la que habló el pasado jueves el director general de la Policía, Ignacio Cosidó.
De momento, ya se conoce que la red desmantelada ayer había enviado a colaborar con Al Qaeda a 26 terroristas, de ellos, dos españoles y que junto a esta actividad estaban interesados en comprar armas y manuales explosivos. Una información, facilitada por el Ministerio de Interior y que no deja muy tranquilos a los melillenses, por mucho que las familias de los detenidos ayer se manifestaran por el centro de la ciudad declarando la inocencia de todos ellos.