El Club Melilla Baloncesto consiguió romper su racha de tres derrotas consecutivas al derrotar a la escuadra del Tau Castelló, uno de los equipos revelación de la presente temporada liguera por el resultado de 75-68, en un partido donde los pupilos dirigidos por Alejandro Alcoba jugaron a la perfección durante el segundo y el tercero de los periodos, pero en el último los castellonenses demostraron su mejor juego para acercarse al cuadro de nuestra ciudad, siendo el momento en que apareció el buen baloncesto local. Por parte de la escuadra de nuestra ciudad sobresalieron Dani Rodríguez (23 val) y Guerra (22 val) y Edu Durán que aportó unos buenos momentos desde la línea de tres puntos.
Primer cuarto
Los azulinos saltaban a la cancha del Javier Imbroda con la clara intención de romper la racha negativa de tres derrotas consecutivas que trajo el final de 2017. De ahí, que en los primeros minutos de encuentros se viera a un Melilla Baloncesto muy serio en defensa y con esa fluidez en ataque que había demandado durante la semana Alejandro Alcoba, técnico del Decano, y daba las primeras ventajas al equipo (7-2, min. 3). Los problemas en el rebote defensivo comenzaban a aflorar en los de la Ciudad Autónoma. El más listo en aprovecharlo fue Tuty Sabonis quien, con dos rechaces consecutivos, apretaba el electrónico (10-9) cuando se pasaba del ecuador del primer acto. Igualdad que se mantuvo al final de los primeros diez minutos de encuentro (16-15) puesto que ninguno de los dos equipos sacó a relucir sus mejores armas para intentar romper el partido a su favor.
Segundo periodo
En el segundo cuarto, los melillenses apretaban su defensa desde la salida del balón de la escuadra castellonense y ello provocaba un cierto nerviosismo en los castellonenses que les llevaba a cometer varias pérdidas consecutivas. Los de la Ciudad Autónoma no se desaprovecharon la oportunidad para coger pequeñas ventajas que nunca superarían la decena de puntos (32-24, min. 18). El juego embarullado, con continuas pérdidas por parte de ambos equipos, unió al desacierto de cara al aro en este tramo final de primera parte, hizo que se llegara al descanso con un corto, pero esperanzador, 35-25. De no haber aparecido las pérdidas de balón por parte de los jugadores de nuestra ciudad a buen seguro se hubiera roto el partido en favor del cuadro melillense en este periodo.
Tercer periodo
El inicio de segunda parte no pudo ser más bueno para los hombres dirigidos por Alejandro Alcoba. Tres triples consecutivos desde la esquina, dos de ellos por parte de Eduardo Durán y otro de Diego Kapelan, en tres jugadas prácticamente calcadas, lanzaba al Decano (41-25) cuando apenas se había disputado un minuto del tercer acto. La zona plantada por el técnico azulino colapsaba el ataque de TAU Castelló, que veía como los melillenses se marchaban has marcar máxima de partido (52-27) cuando se habían consumido ya casi cinco minutos del cuarto, con un juego tanto defensivo como ofensivo para enmarcar por parte de la escuadra de nuestra ciudad, que pareció no tener ningún tipo de problemas para hacerse con el triunfo en esta jornada de competición oficial dentro de la liga LEB Oro. Los castellonenses despertaron y con un mayor acierto de cara al aro, algo que les había faltado durante casi los dos cuartos y medio anteriores, conseguían reducir algo las diferencias al final del tercer cuarto (57-45) y despertar nuevamente los fantasmas en el seno melillense debido sobre todo al crecimiento que tuvo la defensa que emplearon los jugadores del siempre difícil Tau Castelló.
Cuarto periodo
Con Rowley con principal puntal ofensivo, TAU Castelló bajaba aún más la diferencia hasta los cinco puntos (67-62) con tres minutos de partido por delante, poniendo el nerviosismo tanto entre los jugadores del Club Melilla Baloncesto como entre sus aficionados, que comenzaron a animar con fuerza a sus colores para intentar que la victoria no se marchara de tierras melillenses como finalmente así ocurrió. Pero en esta ocasión, Melilla Baloncesto no se puso nervioso. De la mano de la pareja formada por Dani Rodríguez y Fran Guerra llegó la tranquilad para de nuevo establecer un colchón de diez puntos que el equipo supo manejar en los instantes finales para acabar venciendo por 75-68, en el pabellón Javier Imbroda.
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