El presidente accidental pide a Jiménez que deje claro que ambas ciudades “son innegociables”.
El Gobierno de Melilla aplaudió ayer las buenas relaciones entre España y Marruecos, y también exigió al Ejecutivo central firmeza en la defensa de los intereses nacionales y de la soberanía del territorio del Estado.
A preguntas de los periodistas, el vicepresidente primero del Gobierno melillense, Miguel Marín, valoró positivamente la reunión prevista para el día de ayer entre la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, con su colega marroquí, Taib Fasi Fihri, para analizar la situación de tensión en el Sáhara Occidental y evaluar las relaciones bilaterales después de los incidentes de este verano en la frontera con Melilla.
En opinión de Marín, existen dos aspectos fundamentales que deben marcar las relaciones hispano-marroquíes, que deben estar basadas en un clima de buena vecindad.
En este contexto, apostó, por un lado, por que España mantenga su voluntad de cooperación para el desarrollo de Marruecos, algo que repercute en los intereses de España, en general, y de Melilla, en particular.
Asimismo, Marín resaltó como segundo aspecto fundamental en las relaciones bilaterales que Marruecos entienda que Melilla y Ceuta son "innegociables", ya que son una parte "indisoluble e indivisible" del Estado español.
Para el número dos del Gobierno melillense, las cuestiones de soberanía deben quedar al margen y no se debe hablar "para nada" de la misma en este tipo de encuentros.